Sin goles pero con ocho expulsados. Gremio e Internacional de Porto Alegre protagonizaron un partido que de seguro quedará entre los más recordados en la historia de la Copa Libertadores.

A los 85 minutos comenzó una verdadera batalla campal. En primera instancia fueron expulsados Pepe, Moisés, Luciano y Edenilson, aunque la intervención del árbitro no logró calmar los ánimos.

La grezca siguió y se sumaron los bancos de suplentes. Caio Henrique y Víctor Cuesta del ‘Bicho Colorado’ y Paulo Miranda y Bruno Praxedes del Gremio también se fueron a las duchas.

Tras el pitazo final, los técnicos de ambos equipos lamentaron los incidentes aunque no terminaron con las polémicas. Eduardo Coudet señaló al respecto que “no es algo que uno quiera ejemplificar porque hay mucha gente y muchos chicos mirando pero a veces la intensidad con que se vive un clásico de esta naturaleza lleva a que alguno se pase un poquito más de vuelta”.

Por otro lado, Renato Portaluppi, técnico del ‘tricolor’ apagó el fuego con bencina e indicó que “estoy en contra de la violencia. No quería, pero desde que comenzó la pelea, no seremos vencidos. No estoy aplaudiendo esto, por el contrario. Eso manchó el partido”.

En la misma línea, recalcó que “intentamos jugar al fútbol. ¿Has notado quién siempre se mete en problemas? No vamos a golpear, pero mi equipo no será vencido. Si hay hombres allí, aquí también. No somos un equipo de monjas”.