El tenista australiano Nick Kyrgios volvió a estar en el centro de la polémica , aunque esta vez el físico le jugó una mala pasada y los fanáticos del tenis no lo perdonaron.

El actual número 23 del ranking debía defender el título del ATP 500 de Acapulco, donde el año pasado deslumbró a la afición mexicana ganándole un increíble partido a Rafael Nadal y después imponiéndose en la final a Zverev.

Sin embargo, su sueño se desmoronó en menos de una hora, luego de tener que retirarse a causa de una lesión en la muñeca .

Cuando le comunicó la noticia al juez del partido, Kyrgios ya había perdido el primer set por 6-3 ante el francés Hugo Umbert.

Su cara lo decía todo, y a pesar de la evidente desilusión, el público no pensó lo mismo. Apenas comenzó a guardar sus cosas, las pifias comenzaron a bajar por todo el estadio.

Un cabizbajo australiano abandonaba la cancha sin la actitud desafiante que lo caracteriza, sabiendo que no logrará defender una gran cantidad de puntos.

Sin embargo, su descargo llegaría en conferencia de prensa, donde molesto señaló que “no me importa una mierda. Realmente, no me importa una mierda”.

“No estoy bien. Intenté venir, atendí a toda la prensa e intenté jugar para darle a los espectadores algo de tenis y esto es muy irrespetuoso. Por ello, no me importa una mierda”, recalcó.

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