Sigue acrecentando su leyenda. Este domingo, Roger Federer (3º) se tituló por décima vez en el ATP 500 de Basilea tras ganarle cómodamente a Alex De Miñaur (18º) por parciales de 6-2 y 6-2.

Con este resultado, el suizo sigue asentándose en el top 3 del ranking mundial y demostró que está más vigente que nunca en el último tramo de la temporada.

Al momento de la titulación, ‘Su Majestad’ no pudo contener la emoción y derramó unas sinceras lágrimas. Este torneo es especial. En su infancia, cuando recién comenzaba su sueño de ser tenista profesional, fue pasapelotas del torneo.

Además, su madre -Lynette Durand- trabajó en el pasado elaborando las credenciales por lo que para Federer es literalmente como estar en casa. Por lo mismo, el título sirvió para que pudiese seguir con una bella tradición en reconocimiento a los pasapelotas.

Federer se dio un tiempo para compartir con todo el equipo de jóvenes con pizzas de por medio. Fue el mismo suizo quien repartió pedazo tras pedazo además de compartir experiencias con sus seguidores.

Esto no fue todo, ya que según informó La Nación “todo el dinero que obtuvo lo destinó a la fundación que lleva su nombre y que ayuda a la temprana inserción escolar y deportiva de los niños carenciados en África”.

Cabe destacar que este lunes comenzó el Masters 1000 de París, torneo del cual Federer decidió restarse para llegar en óptimas condiciones a la Copa Masters de Londres que se realizará en noviembre.