A sus 39 años Juan Carlos Garrido tiene para escribir varios libros. Y parte de su historia se la contó a Fernando González, en un capítulo que se puede ver completo desde hoy viernes en todas las plataformas de TV Bío Bío.

El pesista paralímpico reveló, entre otras cosas, cómo el deporte -primero el básquetbol y luego la halterofilia- le cambiaron absolutamente el chip, dejando de lado una operación que pudo haber mejorado su calidad de vida.

“No iba a caminar, pero sí ponerme de pie y usar muletas, aunque me di cuenta que no me servía para los deportes que quería hacer”, señaló resumidamente el deportista que se prepara para un campeonato mundial en Europa y para los Panaparamericanos de Lima 2019.

Garrido recorrió con el “Bombardero” los vaivenes que ha tenido su participación en las distintas competencias, los que incluyen varios oros y récords mundiales, aunque también su marginación siete años de la competencia por una insólita situación vivida en Atenas 2004.

Allí fue inscrito en una categoría de menor peso y en tres días bajó seis kilos, pero al final no pudo competir, hecho que lo hizo recibir un castigo que lo hizo dejar el deporte temporalmente.

Asimismo, el hombre de la halterofilia reconoció que los deportistas paralímpicos tienen un humor especial, el que incluso sorprende a los convencionales cuando comparten el Centro de Alto Rendimiento (CAR), reconociendo que “escondemos las ruedas de la silla o las piernas ortopédicas”.