Hace no mucho tiempo, la cima del tenis mundial era disputada por tres grandes jugadores: Roger Federer, Rafael Nadal y Novak Djokovic. El serbio aparecía como el más probable sucesor de Federer, convirtiéndose en un animador constante de las finales de Grand Slam, donde logró una marca de 12 títulos conseguidos hasta el momento.

Sin embargo, una lesión sufrida el año pasado mientras disputaba Wimbledon no ha dejado en paz a ‘Nole’. Tras decirle adiós a un negro 2017, Djokovic volvió en enero de este año para jugar el Abierto de Australia, alcanzando los octavos de final e ilusionando a los hinchas del tenis por el buen nivel demostrado.

Esto sería solo un espejismo, ya que de ahí en adelante las actuaciones de Djokovic no han cumplido con las expectativas que se había propuesto. Fue así como en los Masters de Indian Wells y Miami se despediría en primera ronda.

Las medidas del tenista no se hicieron esperar y luego de casi un año trabajando en conjunto, decidió terminar su relación laboral con su entrenador: el legendario tenista estadounidense, Andre Agassi, quien había llegado al equipo de Djokovic para ayudarlo a encausar el camino nuevamente a la cima del ranking mundial.

Sobre esta medida, el ‘Kid de las Vegas’ comentó escuetamente a Espn que “Traté de ayudar a Novak con las mejores intenciones. Pero hubo demasiadas diferencias de criterio. Le deseo lo mejor en lo que viene”.

Ahora el serbio deberá preparar su asalto a la corona que por el momento esta en manos de Roger Federer para abril de este año, cuando concrete su retorno a las pistas en el Masters de Montecarlo, donde coincidirá con el regreso de otro histórico: el español Rafael Nadal.