Las altas temperaturas causaron polémica en el Abierto de Australia. Fueron varios jugadores que hicieron público sus descargos contra la organización por tener que disputar extensos partidos con temperaturas que en muchos casos superaban los 40 grados.

La tónica se mantuvo hasta las finales de hombres y mujeres. El croata Marin Cilic confesó cierta molestia ante la oleada calor que se hizo sentir en el court central, mientras que en mujeres, la rumana Simona Halep vivió el momento mas crítico.

Luego de perder la final y el número 1 del mundo frente a la danesa Caroline Wozniacki, la rumana debió ser ingresada al hospital de Melbourne por un cuadro de deshidratación. Halep estuvo por más de 4 horas recibiendo tratamiento antes de ser dada de alta.

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Durante el partido, la rumana ya había dado muestras de agotamiento por tener que disputar una extenuante jornada a altas temperaturas. Debido a la regla especial de calor extremo la deportista pudo solicitar la asistencia médica e intentar una remontada durante el transcurso del segundo set, algo que no sucedió ya que se inclinó por 7-6, 3-6 y 6-4.

A pesar de suspender temporalmente el partido por 10 minutos, las críticas le llovieron a la organización del torneo por no cerrar el techo del Rod Laver Arena, algo que si había ocurrido en la final masculina, disminuyendo la temperatura considerablemente. Desde el organismo australiano se excusaron señalando que el WBGT -índice basado en la temperatura y la humedad- no excedía los límites establecidos.