Con el Abierto de Australia en la mira, el serbio y ex número 1º del mundo, Novak Djokovic regresó a una cancha de tenis tras 6 meses de ausencia por una rebelde lesión que aquejaba su codo derecho.

El lugar escogido para su retorno fue el torneo de exhibición Kooyong Classic de Melbourne, donde se le vio muy activo y determinado para derrotar con comodidad al número 5º del mundo, el austriaco Dominic Thiem por parciales de 6-1 y 6-4 en poco más de una hora de juego.

El serbio, seis veces campeón del primer Grand Slam del año que comienza el lunes, había jugado su último partido oficial en los cuartos de final de Wimbledon, donde debió retirarse en un duelo frente al checo Thomas Berdych .

Desde ahí vino una tortuosa recuperación que lo tuvo sin participar del segundo tramo del 2017, donde debía defender importantes puntos, lo que le hizo caer hasta el puesto 14º del ranking ATP. Este hecho no es menor, ya que de confirmar su presencia en tierras oceánicas podría toparse contra Roger Federer o Rafael Nadal en la ronda de octavos de final, convirtiéndose en el “cuco” del sorteo.

Acerca de sus primeras sensaciones tras la larga lesión, el jugador serbio expresó en su pagina oficial que “estuve esperando este momento por seis meses para salir a la cancha y disputar el partido. Hoy tenía en frente a un gran rival, el número 5 del mundo, así que fue una excelente prueba para saber donde estoy. Estoy encantado de estar de vuelta y es muy bueno empezar en una ciudad y en un país donde tengo los mejores recuerdos”.

Esta será la primera y única prueba que tendrá “ Nole” de cara al Abierto de Australia, campeonato donde se siente con confianza tras ganar cinco de las últimas siete ediciones. De todos modos,
el poco tiempo de preparación complica un poco al serbio, quien afirmó que “esta es la primera vez en toda mi carrera que estoy tanto tiempo fuera y lo ideal hubiera sido disputar otro torneo antes del Abierto de Australia, pero no he tenido opción”.