El extenista australiano, Nick Lindahl, cuyo mejor puesto en el ranking mundial fue el 187, recibió este martes una suspensión de siete años, así como una multa de 35.000 dólares (32.983 euros) por haber intentado amañar un partido en 2013.

Otros dos jugadores fueron sancionados por la Unidad por la Integridad del Tenis (TIU), instancia disciplinaria creada hace 9 años para luchar contra la corrupción, y que dio muestra de su actividad a 9 días del inicio del Abierto de Australia.

Nick Lindahl, quien había anunciado su retiro en 2013, ya fue declarado culpable de corrupción por este caso en abril por la justicia australiana, que le había infligido una multa de 1.000 dólares australianos (695 euros).

Lindahl, según la TIU, sugirió el amaño de un partido en septiembre de 2013 en el torneo australiano de Toowoomba, valedero para el circuito masculino ITF, y se negó a cooperar con la investigación puesta en marcha al respeto.

“El señor Lindhal propuso perder un partido a cambio de dinero”, indicó este lunes la TIU en un comunicado. “En octubre de 2013, rechazó aportar su teléfono móvil para la investigación”.

“Aunque el señor Lindahl, de 28 años, se retiró en 2013, la decisión tomada hoy le prohíbe volver al tenis profesional en los próximos siete años”, prosigue el comunicado.

Otros dos jugadores australianos recibieron sendas sanciones por este caso.

Brandon Walkin, de 22 años, 1.066 del mundo, fue suspendido seis meses por haber hecho de intermediario de la propuesta de Lindahl.

Isaac Frost, de 28 años, 1.515 del mundo, fue declarado culpable por haberse negado a entregar su teléfono celular a los investigadores.

Este nuevo anuncio se produce poco después del anuncio de la policía australiana de que un joven de 18 años, que los medios locales identificaron como Oliver Anderson, vigente campeón del Abierto de Australia en categoría Junior, había sido imputado.

El joven tenista está acusado de amañar un partido durante un torneo en octubre en el Estado de Victoria. Comparecerá ante un tribunal en marzo.