La alemana Angelique Kerber aseguró estar lista para enfrentar cualquier desafío a su nueva condición de número uno del mundo y doble campeona de Grand Slam, después de ganar el Abierto de tenis de Estados Unidos este sábado.

Kerber derrotó en a final a la checa Karolina Pliskova (6-3, 4-6, 6-4) para convertirse en la segunda mujer, tras la china Li Na, en ganar sus dos primeros títulos de Grand Slam después de celebrar su 28 cumpleaños.

La alemana, que ganó el Abierto de Australia en enero, también será la jugadora de más edad en debutar como número uno del mundo cuando se haga oficial el ránking de la WTA el lunes.

“Siempre estuve soñando con un día ser la número uno y estar en los Grand Slams”, dijo. “No tengo 18 (años), por lo que siempre estoy tratando de mejorar mi juego”.

Kerber jugó un US Open con mucha confianza, y fue apenas en la final contra Pliskova que perdió su primer set en el torneo.

“Yo sabía que tengo el tenis para vencer a las mejores jugadoras y ahora que veo que el trabajo valió la pena, esto es en realidad la mejor sensación”, apuntó.

Iniciada en el tenis a la edad de tres años, Kerber dijo no estar arrepentida de que su ingreso en la élite haya sido tan tarde.

“A los 28 años estoy mejor equipada para hacer frente a las exigencias del número uno del ránking de lo que hubiera estado más temprano en mi carrera”, apuntó.

Dijo no sentirse frustrada cuando no pudo desplazar a Serena Williams de la cima del escalafón tras perder con Pliskova la final del torneo de Cincinnati, una semana antes del US Open.

Sin embargo, la fuerza mental que ella ha tratado de cultivar estuvo allí cuando lo necesitó el sábado.

“Siempre es difícil ir a una final cuando sé que el oponente me ganó hace dos o tres semanas”, dijo.

“Ese fue también un desafío. Me dije, ‘OK, voy a hacer todo en la cancha hoy para ganar el partido contra Karolina"”, añadió.

Su creciente confianza se basa no sólo en los resultados de su triunfo en Melbourne y en la final de Wimbledon, sino por el trabajo que ha puesto en su condición física y su juego.

La alemana ha hecho un esfuerzo para ser más agresiva en los partidos. “Fue sólo el siguiente paso para vencer a las mejores jugadoras”, acotó.

Mientras que Li, quien tenía 29 años cuando ganó Roland Garros 2011, se retiró en la temporada 2014, la de su victoria en el Abierto de Australia, Kerber indicó que para ella ahora sólo es el comienzo.

“Creo que estoy lista para tener esta presión sobre mi hombro. Soy la número uno, y por supuesto, ahora todo el mundo va a tratar de superarme y no tienen nada que perder”, expresó.

“Pero siempre he estado practicando y trabajando duro para ser la número uno. Ahora puedo dar el siguiente paso y tratar de mantenerse todo el tiempo que pueda allí”, enfatizo.