Emocionado y agradecido. Así se encuentra por estos días el productor general del RallyMobil, Felipe Horta.

Y cómo no, si el encargado de que el WRC llegara a Chile estuvo sufriendo hospitalizado por varios días tras sufrir contagio de coronavirus. Pero hoy la enfermedad ya empieza a quedar en el olvido.

En diálogo con el Expreso PM de Radio Bío Bío, Horta admitió que “ya estamos en tierra derecha, bastante más recuperado… feliz de poder estar de vuelta y de alguna manera transmitir a ustedes lo que esto significa”.

“Uno siente la necesidad de querer transmitir lo propio, lo que a uno le ha tocado vivir, lo seria que es esta enfermedad y lo importante que es cuidarse”, complementó.

Horta, que estuvo 11 días en la clínica y 22 días en cama en su hogar, reconoció que “pasé 3 días bastante críticos, complicados” y que “tuve mucho temor”.

“Cuando llegué a la clínica estaba con cuadro infeccioso a nivel pulmonar muy potente, me internaron rápidamente en la UCI y ya estaba con mis pulmones infectados. Ahí entras a una batalla en que te das cuenta que está tu vida en juego”, añadió.

La principal autoridad de RallyMobil también tuvo palabras a la sensación de estar contagiado. “He estado acostumbrado en mi vida a tomar riesgos. Fui motociclista, salté en paracaídas, volé en parapente, uno siempre ha buscado el riesgo”, expresó.

“Uno de alguna manera está acostumbrado a algo extremo que pueda afectar tu vida, pero esto fue muy doloroso porque estás solo en un centro asistencial. Eso te produce angustia, de sentirte que eres peligroso incluso para el personal médico que te esta dando asistencia. Son horas difíciles”, acotó.

Finalmente, Felipe Horta se refirió a los especialistas que día a día combaten el Covid-19 y a como debió aferrarse a su fe: “Agradecer la valentía y profesionalismo de todo el personal médico que hoy está salvaguardando la salud de la ciudadanía que se ha visto afectada por pandemia”, dijo.

“Le pedí a Dios que me cuidara, que me protegiera, que no me quería ir de este mundo aún. Tengo una hija de 5 años y todavía me quedaban cosas por vivir con ella”, concluyó.