El Rally Dakar 2019, que partirá el 6 de enero desde una playa de Lima, recorrerá 5.000 kilómetros de dunas y desiertos en sus diez etapas, que se disputarán en su totalidad en Perú, informaron este miércoles los organizadores.

En la 41ª edición de la carrera motorizada “más dura del mundo”, los vehículos tendrán que pasar por verificaciones técnicas en una base militar antes de la competencia, que tendrá también a Lima como meta el 17 de enero.

En sus 5.000 kilómetros -el 70% de ellos en arena- el Dakar recorrerá Lima y las regiones sureñas de Ica, Arequipa, Moquegua y Tacna, esta última fronteriza con Chile.

La etapa más dura para cada auto y camión será el maratón de 370 kilómetros entre Arequipa y Tacna, en la quinta jornada de la competencia (10 de enero), dijo la empresa francesa Amaury Sport Organisation (ASO), organizadora del Rally, en sus cuentas de Facebook y Twitter.

La piloto peruana Fernanda Kanno, que en la edición pasada compitió con un vehículo policial reconstruido, explicó que el maratón es muy duro porque “cada competidor recorrerá solo y sin ayuda técnica”.

“En la etapa maratón estás solo, no tienes asistencia, no tienes nada. A mí la verdad este año me mató, fue terrible. Tengo mi trauma con esta etapa”, declaró Kanno a la AFP.

ASO dijo que 3.000 kilómetros de la competencia serán cronometrados.

“100% peruano y dakariano”

La carrera -que desde 1978 se desarrollaba en África y por amenazas terroristas se mudó a Sudamérica en 2009- se disputará por primera vez en un solo país tras las deserciones de Argentina y Chile por políticas de austeridad y la falta de acuerdo con Bolivia.

La edición de 2018 salió de Lima y atravesó Bolivia antes de acabar en Córdoba, Argentina, tras 14 etapas.

“El Perú hay potencial para armar un recorrido de alta calidad. Vamos a reducir a 10 etapas porque no necesitamos más, ya que con lo que tenemos hay un alto interés deportivo”, dijo recientemente el director de la carrera, Etienne Lavigne, al diario limeño El Comercio.

“Estamos más que contentos con que sea 100% peruano y 100% dakariano porque es un terreno fantástico. Estamos en el ADN de la disciplina con el desierto peruano”, agregó.

Perú confirmó el 28 de junio que el Rally podría realizarse en territorio, luego de haber estado en duda por políticas de austeridad.

El nuevo presidente peruano, Martín Vizcarra, dio la luz verde al Dakar en mayo, pero luego titubeó ante la urgencia de recortar el gasto público.

Después de reclamos de 24 pilotos peruanos -y al parecer de evaluar el daño a la imagen del país que causaría la cancelación de la carrera- Vizcarra dio el visto bueno a pesar de que su gobierno debe desembolsar unos 25 millones de dólares, según medios locales.

Seis millones van a la empresa organizadora, pero hay gastos adicionales en infraestructura, seguridad y logística.

Interés de Ecuador y Chile

Hay personas que prefieren que Perú se margine del Rally. Uno de ellos es el ingeniero y activista Klaus Hönninger, quien argumentó que puede causar daños “muy graves” al patrimonio arqueológico y paleontológico en los desiertos del sur del país.

Sin embargo, la ministra peruana del Ambiente, Fabiola Muñoz, dijo a la AFP que “las áreas protegidas están fuera de la ruta” del Rally 2019.

Lima fue la meta del Dakar en 2012 y la largada en 2013 y 2018, en las tres ocasiones en las que Perú fue parte de su trazado, en medio de reclamos de arqueólogos y ambientalistas.

Pese a las críticas, el Dakar parece atractivo para algunos países sudamericanos, pues hay interés de Chile de volver a acogerlo y de Ecuador de sumarse por primera vez en 2020, según dijeron fuentes ligadas a la competencia a la AFP.