A pesar de que las lluvias impidieron que se realizara la novena etapa del Rally Dakar en su llegada a suelo argentino, la competencia ‘se sigue jugando’, aunque esta vez en las oficinas de la organización.

El caso puntual compromete al actual líder de la clasificación general en autos, el español Carlos Sainz, quien fue acusado de chocar y no prestar ayuda por el holandés Kees Koolen , competidor de las cuadrimotos.

Según el reglamento de la competición “todo equipo testigo de un accidente que pone en riesgo físico a otro equipo o piloto de motos/quads debe detenerse, resguardar la zona y activar la alarma del Sentinel para informar a los que llegan al lugar. Los equipos que no respeten las prescripciones del artículo será objeto de un informe a los Comisarios Deportivos que podrán imponer penalizaciones”.

Frente a este suceso, el español, que fue bicampeón mundial de Rally en la década de los noventa, se mostró confiado de su inocencia y sostuvo al diario Marca que “yo no toqué a nadie. Vi el quad de Koolen, le marqué el aviso de adelantamiento (Sentinel) y se salió un momento de la pista al querer dejarme paso. Luego regresó a pista y lo esquivé de milagro. Si lo hubiera tocado le hubiera hecho mucho daño. Perdió él solo el control al marcarle el aviso de adelantamiento”.

En primera instancia, Carlos Sainz fue sancionado por la organización, con una penalización de 10 minutos. Sin embargo, con el paso de las horas el castigo fue quitado provisionalmente -informó Diario Marca– luego de la apelación del hispano.

Actualmente el piloto español se encuentra líder en la tabla general de autos con una ventaja de 1 hora y seis minutos de su mas inmediato perseguidor, el qatarí Nasser All-Attiyah.