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En el reciente UFC 231 se vivió uno de las peleas más sangrientos de este 2018.

En Toronto, Canadá, el combate de peso welter entre Gunnar Nelson y Alex Oliveira enloqueció a los fanáticos pese a que duró dos asaltos. Ambos peleadores tiñeron de rojo el octágono.

El islandés se quedó con la victoria tras someter a su rival sin antes destruirle el rostro con dos potentes codazos.

El brasileño terminó con el rostro lleno de sangre y tras el combate recibió 29 puntos en su cabeza.

“Lo más importante es ser siempre fuerte y alegre, un día gana y en el otro puede perder, ¡esta es la vida que vivimos! Aprecio el apoyo de todos y la energía positiva siempre. ‘Cowboy’ está bien, tuvo que ganar puntos y la vida continúa porque pronto volverá al octágono”, escribió en las redes sociales Andre Tadeu, entrenador del brasileño.