Tras la triste partida de Juan Pablo Mohr, su primo Federico Scheuch tomó las riendas de la Fundación DeporteLibre y se lanzó con una iniciativa para honrar y ayudar a la familia del montañista, quien perdió la vida en medio de su expedición por el K2, una de las montañas de mayor riesgo en esta disciplina.

La campaña tiene que ver con el reestreno de la película “Lhotse-Everest sin oxígeno”, que registra la expedición de Juan Pablo Mohr durante el 2019, donde sin la ayuda de oxígeno logró alcanzar la cumbre del Lhotse (8.516 msnm) y Everest (8.848 msnm), dos de las montañas más altas del mundo, en menos de una semana.

En conversación con BioBioChile, Federico entregó detalles de esta iniciativa y reveló además cómo era su relación con su primo.

Hola Federico, ¿Qué se siente liderar este reestreno?

La verdad es que esta película la habíamos estrenado el año pasado, y después de la desaparición de Juan Pablo volví a ver la película y tiene otro matiz. Toma otro peso, realmente es súper impactante ver lo que estaba haciendo. Pensar que eso fue hace dos años. Recuerdo que la gente estaba súper impactada porque ningún chileno había subido al Everest sin oxígeno, pero nadie entiende que seis días antes estaba haciendo la cumbre del Lhotse, el cerro de al lado, y que entremedio tuvo que hacer un rescate, había un búlgaro y una rusa que se estaban muriendo por mal de altura.

¿Conversaste con Juan Pablo mientras estaba en el K2?

Si, estábamos constantemente en contacto. Yo como manager de Juan Pablo, lo ayudaba en la planificación de todos los proyectos que estábamos haciendo. Lo ayudaba en las cartas meteorológicas, todo lo que iban a hacer en el reporte para los auspiciadores y medios de comunicación.

¿Cómo fue para ti, y para tu familia las primeras horas de la desaparición de Juan Pablo?

Las primeras horas no fueron tan atroces, porque en el Everest ya nos había pasado que el GPS que transmite la señal se hubiera congelado. Para el Everest estuvo como 40 horas sin comunicación. Los primeros dos días podía ser un poco normal.

¿Y en qué momento se dieron cuenta que la situación era más seria?

Cuando pasó ese tiempo y nos informaron que Sajid Sapdara, el hijo de Ali, que estaba en el campo tres esperándolos, había bajado ahí nos pusimos nerviosos y nos empezamos a preocupar.

¿Cuál es el recuerdo más emotivo que tienes de Juan Pablo?

Muchas instancias, pero siempre lo recuerdo con una sonrisa y empujando con positivismo. Siempre con palabras de ánimo, empujándote a dar el máximo. Era una persona muy preocupada del resto.

Viajaste a Skardu, la ciudad más cercana al K2, para conocer mayores detalles de la desaparición de Juan Pablo, ¿Qué es lo que más te chocó al llegar?

La realidad era muy distinta a las esperanzas que teníamos en Chile. Llegamos el día ocho de desaparición y ya todos allá lo daban por muerto. Habían puesto las maletas de Juan Pablo, todos nos daban el pésame y nosotros íbamos con planes de búsqueda todavía. La realidad allá era otra a lo esperanzados que estábamos acá todos los chilenos.

Tras el reestreno del documental, ¿Seguirán realizando actividades en homenaje a Juan Pablo?

Si, todo lo que vamos a estar haciendo durante el año va en función de lo que quería Juan Pablo, partiendo desde los 16 de Chile, que es el gran proyecto que quería impulsar Juan Pablo a nivel nacional. Pero vamos a estar constantemente homenajeándolo. Queremos más adelante poder hacer un documental sobre la vida de Juan Pablo. Tenemos mucho material audiovisual y queremos seguir honrándolo.