Los atletas que estén suspendidos por dopaje hasta 2020 se verán beneficiados por el aplazamiento de los Juegos Olímpicos de Tokio a 2021 porque “las prohibiciones de dopaje se basan en períodos de tiempo y no en eventos”, según explicó el jefe de la Unidad de Integridad de Atletismo (AIU) Brett Clothier.

“La penalización estándar bajo el código de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) por dopaje es una prohibición de cuatro años”, dijo Clothier. “Y ha sido diseñado de esa manera para vincularse con el ciclo olímpico, pero este caso es una anomalía que los Juegos se hayan aplazado”, añadió sobre una de las consecuencias de la pandemia del coronavirus que ha obligado a mover de fecha la cita olímpica.

Algunos atletas se beneficiarán de eso”, dijo el jefe de de la Unidad de Integridad de la AIU. “Es una situación desafortunada pero muy clara según el marco legal, por lo que la prohibición se basa en el tiempo y no está vinculada a eventos particulares”, especificó en declaraciones a la agencia Reuters.

Además, Clothier también se refirió a las dificultades actuales para mantener el programa de control antidopaje. “Las restricciones al movimiento que están ocurriendo en muchos países están teniendo una grave interrupción en los procesos de prueba en todo el mundo”, reconoció.

“Hacemos pruebas para más de 100 países en todo el mundo y hay diferentes restricciones en cada país … y esas restricciones cambian día a día, semana a semana. Por lo tanto, nuestras operaciones de prueba normales se ven interrumpidas. Todavía estamos realizando pruebas donde podemos, pero hay una interrupción severa, sin duda”, añadió.

Clothier afirmó que, aunque las limitaciones actuales de las pruebas dan pie a las trampas, las agencias nacionales “deben ser proactivas en la identificación de atletas propensos a hacer trampas y al mismo tiempo tomar medidas enérgicas contra las causas fundamentales del dopaje”.