Cambió por algunas horas las pesas y gimnasio por la entrada de un edificio. El medallista panamericano Andrés Ayub tuvo un exitoso debut como conserje voluntario.

Así lo reconoció el propio deportista en diálogo con Las Últimas Noticias. Ayub, especialista de lucha grecorromana, estuvo como encargado del lugar donde vive en Ñuñoa.

“Donde yo vivo son dos torres de cuatro pisos, con 70 departamentos en total. Los viejitos no se atreven a salir y los conserjes, que casi siempre viven más lejos de los edificios de donde trabajan, no pudieron cumplir algunos turnos por el toque de queda”, explicó el destacado luchador de 1 metro y 98 centímetros.

“Entonces, y desde la administración, se comenzó a plantear el tema de reemplazarlos para evitar su desplazamiento y se preguntó quién podía ser voluntario. Por supuesto, nadie dijo nada, y yo me ofrecí“, complementó.

El medallista de plata en los Juegos Panamericanos de Toronto 2015, categoría 130 kilos, admitió que la experiencia le ha servido para valor más el trabajo de los conserjes. “En realidad fue algo distinto y ahí uno valora los esfuerzos que hacen ellos. Trabajar de noche y lejos de casa, tiene su sacrificio”, asegura.

“Yo me entretuve haciéndoles zoom a las cámaras, fue como una especie de juego. Tenía varias pantallas y me dí cuenta que una cámara incluso daba hasta mi terraza, así que la voy a tener que mover jajaja” dijo entre risas.

Sin embargo, Ayub detalla que el trabajo va más allá que solo cuidar las pantallas: “Ahora nos va a tocar hacer el aseo y limpiar con cloro los ascensores. Pero la idea es esa, y ojalá que en varios lados más se haga. La idea es que también los conserjes se puedan quedar en sus casas”.

Finalmente, Andrés Ayub reveló el momento más extraño que debió presenciar en su turno desde las 22 a las 02 horas. “Una señora sacó un perro y unos detectives la detuvieron por andar sin salvoconducto”, expresó.