World Athletics (Federación Internacional de Atletismo) anunció la prohibición de la utilización de prototipos de zapatillas en competición, tras la polémica nacida por un modelo de Nike que ayudó a batir varios récords en los últimos meses.

“A partir del 30 de abril de 2020, toda zapatilla debe estar disponible a la venta para cualquier atleta en el mercado (en línea o en tienda) durante un periodo de cuatro meses, antes de poder ser utilizada en competición”, señaló World Athletics en un comunicado.

World Athletics modifica además su reglamento sobre las características técnicas de las zapatillas (talla de la suela, número de placas añadidas) y avisa que un panel examinará cualquier nueva tecnología antes de que sea válida para la competición.

Las polémicas zapatillas deportivas última generación de Nike abrieron un debate para World Athletics, entre una regulación para preservar la igualdad deportiva y la necesidad de desarrollar la innovación tecnológica.

Las zapatillas en cuestión, las ‘Vaporfly’ de Nike, están dotadas de una lámina de carbono en la suela y de cámaras de aire.

El 12 de octubre de 2019, el keniano Eliud Kipchoge, récord del mundo de maratón, bajó de la barrera simbólica de las 2 horas, recorriendo los 42,195 kilómetros en 1h 59min y 40seg, gracias en parte al nuevo prototipo de ‘Vaporfly’, bautizado ‘Alphafly’ (tres láminas de carbono en la suela y cuatro cámaras de aire). El desafío no estaba homologado por World Athletics.

Las ‘Alphafly’ no podrán ser utilizadas en competición al tratarse de un prototipo.

Un día después de esta extraordinaria actuación, su compatriota Brigid Kosgei batía por más de un minuto el récord del mundo de maratón femenino, que tuvo durante mucho tiempo la británica Paula Radcliffe (2 h 14 min 04).

Kosgei llevaba las mismas zapatillas, en la versión que se comercializa desde 2017 (una lámina de carbono). Este modelo sí se podrá utilizar en competición, en los Juegos de Tokio por ejemplo.

Un análisis estadístico del New York Times demostró que los corredores que utilizaban ‘Vaporfly’ corrían entre un 4% y un 5% más rápido que los otros en el maratón.