Japón, que sueña con superar por primera vez en su historia la primera fase de un Mundial de rugby, sufrió más de lo previsto para ganar en el primer partido del torneo a la débil Rusia (30-10), este viernes en Tokio, tras muchos apuros en el período inicial.

La selección local fue detrás en el marcador casi todo el primer tiempo, y solo un try a falta de un minuto para el descanso del wing derecho Kotaro Matsushima, que marcó tres de los cuatro de su equipo, permitió a Japón llegar al descanso con ventaja de 12-7.

Japón sufrió en el primer tiempo, incapaz de superar a la aguerrida defensa rusa, muy poderosa en los scrum, pero el esfuerzo empleado en el primer tiempo pasó factura a los europeos en el segundo.

A los dos tries de Matsushima en el primer tiempo, Japón añadió rápidamente en el segundo un penal de Yu Tamura (44) y un try del tercera línea de origen sudafricano Pieter Labuschagné (46) para alejarse en el marcador.

Con los rusos rendidos, Matsushima hizo valer su velocidad para anotar su tercer try (69) y el cuarto de su equipo, lo que aseguraba un punto de bonificación a los locales.

La fiesta japonesa recibió un jarro de agua fría nada más comenzar el partido, ya que Rusia, en principio una de las selecciones más débiles del Mundial se adelantó con un try en el minuto 5, apoyado por el wing Kirill Golosnitskiy.

Yury Kushnarev no erró en la conversión y Rusia se colocaba con un 7-0 a favor. Nadie esperaba eso.

Un try de Matsushima en el minuto 12, que falló en la conversión Tamura, parecía indicar que los Brave Blossoms podrían recuperarse pero Rusia aguantó.

Japón, que participó en los ocho anteriores Mundiales, sueña con hacer historia y superar por fin la primera fase, sobre todo tras la esperanzadora campaña en Inglaterra-2015.

Hace cuatro años, ganó tres de sus cinco partidos, a Samoa, Estados Unidos y sobre todo a la bicampeona del mundo Sudáfrica (34-32), pero no le fue suficiente para acceder a cuartos.

Para Rusia, sin posibilidades en un grupo que completan Irlanda, Escocia y Samoa, este es su segundo Mundial, tras Nueva Zelanda-2011, donde quedó quinto y último de su grupo.