Desde los ocho años creció escuchando las hazañas del ‘Tiburón Contreras’ y después continuó su legado, no por los éxitos ni las medallas, sino para ser un ejemplo de perseverancia y dedicación en el país.

Y lo ha logrado con creces. Bárbara Hernández, también conocida como ‘La Sirena de Hielo’, se ha ganado un espacio a nivel mundial en la natación. Es la actual número uno del ranking mundial en aguas gélidas, ha sido campeona del mundo en dos ocasiones y por tercer año consecutivo fue elegida entre las 50 nadadoras más aventureras del mundo.

Medallas tiene de todas partes. Ha nadado en el ártico ruso y en varios glaciares de la Patagonia y hace algunas semanas se convirtió en la primera chilena en cruzar el Canal de Catalina en Estados Unidos.

Pese a lo anterior, sus deseos por seguir haciendo historia están intactos y ahora se avecina uno de los retos más exigentes que ha tenido en su carrera: convertirse en la primera chilena en cruzar el Canal de la Mancha.

Se trata de una carrera que está enmarcada dentro del ‘Desafío de los Siete Océanos’, que es la versión en aguas abiertas de las siete cumbres. El canal que quiere cruzar Hernández vendría siendo como el Everest.

Miles de nadadores alrededor del mundo sueñan con cumplir esta meta. Bárbara postuló hace cuatro años- siempre con la duda de si podría financiarlo- pero eso no fue impedimento para lanzarse a una nueva aventura.

En menos de tres semanas tendrá la oportunidad y la preparación no ha sido fácil. En conversación con BioBioChile, la ‘Sirena de hielo’, detalló cómo ha sido todo este proceso y reflexionó sobre lo difícil que es surgir como deportista en el país.

Carolina Rodríguez Alonso | THD Lateral
Carolina Rodríguez Alonso | THD Lateral

“Esta es una oportunidad que soñé desde que tenía ocho años”

Bárbara, ¿Cómo es la preparación para enfrentar este desafío?

Estoy nadando alrededor de 60 kilómetros a la semana, de lunes a sábado en la piscina del Estadio Nacional. Cuatro horas de nado más trabajo con kinesiólogo y fisiólogo, ya que después de cruzar el estrecho de Catalina quedé con un desgaste físico muy grande y tengo que evitar lesiones.

¿Con que escenario te encontrarás en el Canal de la Mancha?

Es una corriente muy fuerte y, por lo que me han avisado otros nadadores, hay una gran masa de medusas. También está el tema de nadar de noche, que lo hace mucho más difícil, esto puede tomarme entre 12 a 17 horas.

Además, siempre hay un miedo a cómo va a reaccionar tu cuerpo y tu mente, como te vas a adaptar al dolor, es muy difícil, uno entra y sale con hipotermia, no es que yo deje de sentir frío , uno nunca entra en calor.

Vienes de cruzar el Canal de Catalina ¿qué puedes destacar de esta travesía?

En el Canal de Catalina nadé con delfines, fue un sueño. Era de noche y yo podía escuchar por debajo del agua como se comunicaban y veía como pasaban debajo de mi a gran velocidad. Es algo que te da mucha energía, por un minuto pensé en quedarme con ellos e irme a jugar, fue una maravilla.

Carolina Rodríguez Alonso | THD Lateral
Carolina Rodríguez Alonso | THD Lateral

Pero las dificultades van más allá de la exigencia física y psicológica que conlleva lograr esta hazaña. Bárbara reconoce que la búsqueda de apoyo ha sido lo más difícil. Para cada maratón o desafío de los Siete Océanos, la inscripción son tres mil libras, sin sumar pasajes ni alojamiento, por lo que siempre ha tenido que viajar con la tripulación mínima.

“El financiamiento siempre ha sido lo más difícil. Nos hemos tenido que ganar un nombre para que la gente y las autoridades vean lo comprometida que estoy. Yo y mi familia jamás podríamos costear esto”, indica la nadadora.

Sin embargo, recalca que “esta es una oportunidad única, es lo que soñé desde que tenía ocho años y escuchaba hablar sobre el ‘Tiburón’ Ramos. Amerita cada esfuerzo el tener la oportunidad de llevar la bandera chilena a este canal, que en sus noventa años nunca ha sido cruzado por una nadadora chilena”.

Este rol de ‘embajadora’ Bárbara lo viene ejerciendo hace varios años. El blanco, azul y rojo de la bandera nacional se ha paseado por cuanta competencia ha disputado la ‘Sirena de hielo’. En países como Rusia, Eslovenia y Estados Unidos, el equipo chileno es reconocido y respetado.

Sobre este punto, Hernández recalca que “no me voy a quedar tranquila hasta que nade todos los glaciares de la Patagonia y los de a conocer en el mundo entero, quiero ser una embajadora de nuestras aguas”.

“Tuve que ser campeona del mundo para que me consideraran una nadadora en Chile”

Al igual que muchos deportistas en el país, Bárbara Hernández ha tenido que lidiar con la constante falta de apoyo y recursos. Cuando todo comenzó, pocos fueron los que confiaron en ella.

El Instituto Nacional del Deporte junto a la Fundación Impulsa de Andrónico Luksic han sido sus principales pilares. Solo después de alcanzar renombre internacional, los recursos comenzaron a llegar desde el Ministerio del Deporte.

“El Ministerio del Deporte de Pauline Kantor ha estado dispuesto a ayudarme, asignándome un monto de diez millones de pesos que hemos tratado de hacer rendir lo más posible”, agrega la deportista.

Siguiendo en dicha línea, Hernández se lamenta que “en Chile siempre pasa así, primero se valida internacionalmente y después nos subimos al carro de la victoria. En la natación de aguas gélidas va a pasar lo mismo, va a llegar un punto en que será un deporte olímpico y ahí recién empezaremos a ver en el país la figura de la asociación y de donde vendrán los recursos”.

“Yo tuve que ser campeona del mundo para que me empezaran a considerar una nadadora en Chile, antes era un bicho raro que quería nadar en el mar y que se bancaba el agua helada. Duele y cuesta mucho, en el país todas estas hazañas son desconocidas”, agrega.

¿Ha pasado por tu cabeza el no querer seguir realizando estos desafíos?

A veces lo he sentido, no es cuando algo no resulta en una carrera o cuando me lesiono, cuando más dudo es cuando siento que ando mendigando para hacer cruces tranquila, todavía estoy pensando si necesitaré un tripulante más en mi equipo.

Hay momentos en los que no hay recursos y yo tampoco me gasto el dinero para fiestas, lo hago para representar a mi país en cosas que nunca antes se han hecho. Te hace pensar ¿Cómo va a ser tan difícil hacer algo que busca motivar a la gente y es la prueba más concreta de lo que es la perseverancia?

Sin embargo, hay una luz de esperanza que cada vez se hace más fuerte. Existe un proyecto para que el nado en aguas gélidas pase a ser un deporte invitado en las olimpiadas de invierno 2022, lo que significaría un mayor auge a nivel mundial.

Por lo mismo, la nadadora reconoce que “me pidieron que organice una asociación de natación de aguas gélidas en Chile. A varios nadadores internacionales les está interesando conocer el país e ir a la Patagonia a conocer nuestros lagos y mares. En octubre tendré una reunión con el presidente de la Asociación Internacional de Aguas Gélidas”.

De esta forma, Bárbara Hernández seguirá luchando por dejar en alto el nombre del país. Y ella misma reconoce que hay ‘Sirena’ para rato: “Quizás tenga 70 años cuando termine mi último océano, pero ya es un objetivo, estoy dispuesta a sacrificarme y darlo todo”.