Jamie Cooke se coronó campeón mundial de pentatlón moderno en la forma más dramática el pasado jueves, protagonizando una de las remontadas más emocionantes y épicas de las cuales se tenga memoria.

El francés Valentin Prades lideraba la competencia y, a 50 metros de la meta, comenzó a celebrar seguro de que se quedaría con la medalla de oro.

Sin embargo, jamás esperó que el participante de Gran Bretaña lo sobrepasara y se quedara con la presea dorada.

Después de 200 metros de natación, 35 combates de esgrima, una ronda de saltos, cuatro series de tiro láser y cuatro carreras de 800 metros, hubo un giro inesperado en el final de la competencia.

Cooke pasó al ucraniano Pavlo Tymoshchenko y se ubicó en el segundo lugar. Luego, el atleta realizó un sorprendente estallido de velocidad y sobrepasó al francés, arrebatándole el oro por solo 0,03 segundos.

“Es un sueño hecho realidad, dijo Cooke. “He trabajado muy duro para esto. Realmente estaba luchando en la última vuelta. Mi abuelo había fallecido la semana pasada así que esto fue para él”, agregó en conversación con The Telegraph.