El boxeador kazajo Gennady Golovkin volvió a acusar de doparse al mexicano Saúl ‘Canelo’ Álvarez antes de su esperada pelea del sábado, en el día de la Independencia de México, por el cinturón de los pesos medianos.

Golovkin, actual campeón mundial de la categoría, se subirá al cuadrilátero del T-Mobile Arena de Las Vegas el sábado en busca de su 21ª defensa, un año después de un controvertido empate que no dejó satisfecho a ninguno de los dos.

En principio, ambos púgiles debían medirse de nuevo el 5 de mayo, pero la pelea tuvo que cancelarse debido a dos positivos consecutivos por clembuterol del mexicano, que fue suspendido seis meses.

Álvarez insistió entonces en que esos resultados se debieron a carne contaminada en su país y negó cualquier acusación. Sin embargo, Golovkin siempre desconfió de la versión de su oponente… y volvió a hacerlo a su llegada a Las Vegas.

“No creo que fuera la carne. No me creo sus historias de la carne contaminada. Expertos determinaron que era dopaje, no carne contaminada. Esas historias no tienen sentido“, apuntó el kazajo a través de un intérprete.

El vigente campeón fue incluso más lejos al señalar que hay fotografías en las que son visibles las marcas de las inyecciones.

No se puede negar que hay marcas de pinchazos en sus manos y sus brazos. Las marcas de inyecciones eran evidentes”, declaró el campeón por la AMB, CMB y la OIB, agregando que “por todos lados, en los bíceps, el estómago… podías ver las marcas por todo su cuerpo… pero ahora mismo es lo último en lo que estoy preocupado. Ahora estoy centrado en la pelea”.

Mientras, Álvarez negó las acusaciones de su rival y aseguró que son una forma de desviar la atención en caso de que pierda la pelea.

Estos son los gritos y lamentos de alguien que se está ahogando. Son las excusas que están poniendo por lo que se les viene el sábado, que es una derrota para ellos”, dijo Canelo.

“Trasciende el deporte”

El miércoles, en el MGM Grand, el promotor de Golovkin, Tom Loeffler, se mostró encantado con el impacto de la pelea, para la que ya no quedan entradas, y aseguró que es un evento que “trasciende no solo el boxeo, sino también el deporte”, a la altura de otros acontecimientos como la Copa del Mundo del fútbol. 

En la conferencia de prensa oficial, en la que se rebajó el tono de los últimos días, Canelo demostró una vez más la confianza que tiene en ganar y explicó de nuevo que su objetivo es noquear a su oponente, invicto hasta ahora en su carrera.

“Voy a salir a ganar la pelea. A cumplir mi objetivo desde el primer día que es noquearlo y voy a salir a hacerlo desde el primer asalto“, apuntó el mexicano, quien añadió que “ganar para mi legado es muy importante, voy a ganar el sábado para seguir escribiendo mi historia”.

El kazajo, de 36 años, igualó en mayo las 20 defensas de sus títulos de la leyenda Bernard Hopkins y presenta un récord inmaculado de 38 victorias, 34 de ellas por KO, un único empate y ninguna derrota.

Álvarez, por su parte, tiene un balance de 49 triunfos (34 por KO), dos empates y una única derrota, frente al estadounidense Floyd Mayweather.