Hace poco más de dos semanas Bárbara Hernández volvió a inscribir su nombre en la historia dorada del nado mundial.

La talentosa deportista chilena, quien ha destacado a gran nivel por sus hazañas en la categoría de aguas gélidas, cumplió uno de los grandes anhelos de su vida al cruzar nadando el Estrecho de Gibraltar, ruta marítima que une Europa con África.

La ‘sirena de hielo’ nadó por cerca de 3 horas y 5 minutos, tiempo que le bastó para completar los más de 15 kilómetros de recorrido que comprendió la tarea, la cual sacó adelante pese al fuerte viento y la incesante marea.

Es más, fue esto mismo lo que nos motivó a conversar con la chilena, quien nos reveló todos los detalles detrás de su sorprendente e histórica hazaña. A continuación su entrevista a BioBioChile.

Cedida por Bárbara Hernández
Cedida por Bárbara Hernández

¿De dónde nace la idea de cruzar el Estrecho de Gibraltar y durante cuánto tiempo planeó dicha travesía?

Nadar el Estrecho de Gibraltar fue algo que pensé hace más de 15 años. Crecí escuchando las historias del ‘Tiburón’ Contreras y poco a poco se me fue metiendo la idea de poder concretar esto. No obstante, sentía que debía adquirir más experiencia, la que por cierto llegó cuando nadé el Cruce de Chacao y Magallanes.

Fue así que me atreví a postular hace cuatro años, porque me sentía preparada, y hace tres me dieron la fecha definitiva. Ya con esta fecha en el calendario, todo se concretó y comencé a prepararme de la mejor manera.

Tengo que señalar que si bien durante todos estos años mis objetivos han sido los Campeonatos Mundiales y el Circuito de Aguas Gélidas, la idea de poder realizar esta travesía estuvo siempre en mi mente.

Es más, cada vez que me metía a la piscina del Estadio Nacional, a eso de las 6 de la mañana, pensaba en cómo podría sentir la temperatura en Gibraltar y qué debía hacer para cumplir con mi cometido.

A raíz de esto último, ¿Cómo fue su preparación y el entrenamiento que llevó a cabo para cumplir con su objetivo?

Mi entrenamiento consistió en nadar muchos más kilómetros diarios, entre siete u ocho, incluyendo sábados y domingos. Traté siempre de mantener la aclimatación en Pontillo, donde las aguas bordean los 3° o 4° celsius, y las clases de nado en mar abierto.

Esto último, ya que estos escenarios me permitirían nadar con olas de todo tipo, lo que no solo es algo que me gusta, sino que también, lo que me iba a dar pistas de como sería el escenario real.

Asimismo, traté de tomar clases de yoga para mantener mi mente, cuerpo y alimentación de manera equilibrada, ya que mi entrenamiento es muy estricto y necesitaba mantenerme concentrada.

Considerando la realidad del deporte chileno y mundial, ¿cuáles fueron las principales trabas que se encontró en el camino?

Lo más difícil siempre fue el tema de los recursos. Uno casi siempre se siente como un pordiosero por querer hacer grandes cosas y al final, esto va mucho más allá de mi ego como nadadora. Para mi siempre fue más importante poder representar a Chile y que quedara algún registro de que una nadadora de este país fue la primera mujer en realizar esta hazaña.

Debo reconocer que fue frustrante comenzar a buscar los recursos que necesitaba para poder cumplir con esto, pero, afortunadamente, me encontré con el apoyo de personas que pudieron ayudarme a cubrir los gastos que conllevó esta travesía, la que lamentablemente no hubiese podido pagar con mis ingresos.

Entonces, a grueso modo, creo que eso fue lo más frustrante, ya que pese a que es un orgullo para todos ver nuestra bandera en lugares que aveces ni siquiera saben dónde estamos ubicados, nadie cree en tu trabajo si no es con resultados concretos.

Cedida por Bárbara Hernández
Cedida por Bárbara Hernández

Nadar en el mar abierto siempre trae consigo un sinfín de peligros, ¿Cuáles son los riesgos más grandes de cruzar un estrecho como el de Gibraltar

Uno de los riesgos más grandes que debí sortear, era el hecho de no poder concretar con mi cometido por las condiciones del tiempo. Y es que pese a que uno siempre propone, es la barrera natural, de nadar en aguas abiertas, la finalmente que dispone.

Yo siempre nado dándolo todo, pero el riesgo de no poder terminar el recorrido estuvo todo el tiempo en mi mente. Y la razón era simple: yo podía sentirme muy bien, pero el tiempo de permanencia dentro de aguas heladas es muy variable.

Por ejemplo, yo me proyecté para nadar esta distancia en solo 3 horas, pero las corrientes pudieron haber hecho que esto se extendiera por muchas más horas y así complicar todo. Afortunadamente eso no pasó y salimos airosas de todo riesgo.

Respecto a lo que sintió ese día, ¿Podría definir las sensaciones vividas una vez que llegó al otro lado del Estrecho?

Aún no puedo creer que lo haya nadado, a tal punto, que incluso me cuesta verme en los videos. Y es que fue todo tan maravilloso que creo poder describir todo lo que vi y sentí ese día, desde el color del agua hasta la sensación del viento en mi cara.

Esto va a ser un recuerdo de vida y tal vez, en un tiempo más, recién le tome el peso de lo que significó. Por ahora solo estoy contenta y agradecida porque lo que viví fue demasiado lindo.

Ya no me queda más que agradecerle a toda la gente que me acompañó, a todos los que nos escribieron, antes y después y a mi familia. Esto significa mucho para mí, ya que no es solo el cruce en sí, sino que es la prueba concreta de que independiente de que me haya demorado 15 años en hacerlo, yo si pude cumplir con mi objetivo.

Finalmente nos podrías comentar, ¿Cuáles son los próximos desafíos que Bárbara Hernández tiene en mente?

Por ahora debo volver a mi rutina del terror, que consiste en levantarme a las 5 a.m para entrenar. Paralelamente, debo recuperarme bien porque ya estoy pensando en lo que será mi cruce en el Canal de la Mancha, para el que ya tengo fecha: agosto de 2019.

Ahora bien, los objetivos más cercanos son en noviembre, donde debo nadar una etapa del Circuito de Invierno, y en marzo del próximo año en Rusia. Me es de suma urgencia e importancia poder asistir a estas etapas, porque irán desde el Comité Olímpico a evaluar la carreras en hielo.

Aún así, lejos de esto, yo creo que uno de mis desafíos más importantes es ver quién me podrá ayudar a financiar la travesía que será el Canal de la Mancha, donde podría ser a primera chilena en cruzarlo. Y, con esto ya amarrado, me lanzo a intentar nadar el Canal de Japón y completar así mi sueño de nadar los siete océanos. Eso seria realmente un bonito desafío, aunque me lleve la vida entera poder realizarlo.

Revisa a continuación un pequeño corto de la travesía de la chilena: