Adrien Costa, de 19 años, estaba llamado a ser una de las promesas del ciclismo profesional, pero un terrible accidente acabó con toda proyección.

A su corta edad, el estadounidense de padres franceses había participado en una etapa del Tour de Saboya, otra en el de Bretaña y una más en el Tour del Porvenir.

Costa corría para el equipo Axeon Hagens Berman, pero la presión de la alta competencia hizo que en abril de 2017 se retirara por un tiempo del mundo del ciclismo. Quería disfrutar la vida, darse un respiro.

“No estoy listo para regresar todavía. Cuando más lo pensaba, más me daba cuenta que no quería mantener un lugar en el equipo, porque era quitarle la oportunidad a alguien. Desde que dejé de competir he aprendido mucho sobre mi y me di cuenta de lo que me desequilibraba el ciclismo”, confesó en febrero de este año. No tenía pensado volver, por el momento.

El deportista regresó a sus estudios en Turismo y a disfrutar de lo que le apasionada, como por ejemplo, la escaldada.

El pasado 29 de julio Costa se encontraba practicando este deporte en California cuando, de pronto, una roca se desprendió y cayó sobre su pierna derecha, aplastándola.

Los médicos hicieron lo posible pero terminaron amputándola sobre la rodilla. Pudo haber muerto, pero milagrosamente se salvó.

Ahora, sus excompañeros de Axeon Hagens Berman están recaudando fondos para poder ayudarlo, a través de la plataforma gofundme.

Ellos esperan conseguir unos 100.000 dólares para hacerle la recuperación mucho más llevadera. Hasta ahora llevan 46.000 dólares.