Criminal por donde se le mire. En el partido entre Rangers de Texas y los Astros de Houston, en las Grandes Ligas de Béisbol (MLB), se vivió una de las entradas más duras en lo que va del año. Y eso que fue accidental.

El pelotero Jurickson Profar se lanzó a toda velocidad al suelo para llegar a segunda base. Pero al llegar, su rostro se encontró de lleno con los estoperoles de su rival Yulieski Gurriel.

Producto del golpe, el jugador de los Rangers terminó con su pómulo izquierdo visiblemente dañado. De hecho, el sangrado no se detenía, y debió ser atendido fuera del campo de juego.

Afortunadamente, Profar pudo ingresar al juego sin complicaciones, pero debió usar una banda en su rostro para evitar el sangrado.

La gran jugada del pelotero le permitió a los Rangers encaminarse en el juego y conseguir así una importante victoria sobre los Astros.

Ellos son líderes de la División Oeste de la Liga Americana y campeones de la última Serie Mundial.