Con un fenomenal salto de 8,83 metros, el prodigio cubano Juan Miguel Echevarría (19 años) dejó su huella en la cita de la Liga Diamante este domingo en Estocolmo a pesar de que su brinco no pudo ser homologado en razón de un viento demasiado fuerte.

Los 1.500 espectadores que acudieron al viejo estadio olímpico retuvieron el aliento después del sexto y asombroso último intento del atleta cubano, cuyas rodillas casi tocaron el final del foso en el momento de la recepción.

La incredulidad después de un intento que se quedó a solo 12 centímetros del mítico récord del mundo de Mike Powell (8,95 metros), dejó desafortunadamente paso a la decepción tras el veredicto del anemómetro (2,1 m/s).

Este salto es la prueba del excepcional potencial de Echevarría que se anuncia capaz de buscar distancias nunca vistas al menos en 10 años y parece listo para desafiar al actual número 1 Luvo Mayonga, 3º (8,25 m) este domingo. El cubano había dominado al sudafricano en los mundiales de pista en Birmingham al inicio del año.