Henrik von Appen tendrá que esperar para su debut en los Juegos Olímpicos de Invierno defendiendo a Chile. El descenso masculino, una de las pruebas estrella, fue reprogramado para el jueves por las previsiones meteorológicas que auguran fuertes vientos.

Este es el enésimo episodio de aplazamiento de la prueba reina de la velocidad en esquí alpino desde su introducción en los Juegos Olímpicos de Invierno, en 1948 en Saint Moritz (Suiza).

“Debido a los fuertes vientos y al pronóstico poco favorable para hoy, el descenso masculino queda pospuesto para otra fecha”, anunció la Federación Internacional de Esquí (FIS).

“El jurado decidió reprogramar el Descenso masculino para el jueves, 15 de febrero, y el Super-G masculino para el viernes, 16 de febrero”, confirmó la Federación Internacional de Esquí en un comunicado.

Con los cambios, el Super-G masculino, programado inicialmente para el 15 de febrero, fue aplazado para el viernes 16 de febrero, día reservado para el esquí alpino.

También resultó anulado el entrenamiento del Descenso de la Combinada masculina, pero esta se mantiene por el momento para el martes.

Esta no es la primera vez que la naturaleza hace estragos en los planes olímpicos en los Juegos de Invierno.

Hace cuatro años en Sochi, la última parte del programa fue reprogramada por las condiciones meteorológicas y en Vancouver-2010 la competición fue aplazada dos días por las fuertes nevadas y las lluvias.

En 1998, en Nagano, el descenso tuvo que ser reprogramado tres veces por la nieve y la lluvia.

El entrenador jefe del equipo de esquí alpino estadounidense, Sasha Rearick, dijo no estar sorprendido con la decisión.

“La verdad es que esperábamos que el descenso fuera pospuesto debido al viento, pero al mismo tiempo los muchachos estaban energizados y listos”, agregó en un comunicado.

Tragedias recientes

“Ahora, la clave es tomar esa energía y aprovecharla, mantenerse relajados y después poder volver a subir”, indicó.

Por suerte para los competidores masculinos, antes del cierre pudieron realizar tres entrenamientos, el último de ellos sin incidencias, pero con vientos cercanos a los 70 kilómetros por hora.

“El descenso, por la velocidad en que se desarrolla y por el riesgo que se conlleva, es la prueba que mayor impacto sufre por el mal tiempo -viento, lluvia, nieve, niebla-“, indicó Markus Waldner, director de carrera de la Copa del Mundo y organizador en Pyeongchang.

Los accidentes mortales del francés David Poisson durante un entrenamiento, y del joven alemán Max Burkhart, en competición, a finales del pasado año tuvieron su peso en la decisión adoptada.

La nueva programación obligará a varias estrellas de la velocidad a encadenar tres competiciones en cuatro días.

“Es una pena, porque tenía muchas ganas de correr”, lamentó el italiano Christof Innerhofer, subcampeón olímpico hace cuatro años en Sochi.