El Premio Nacional de Deporte 2016 que acaba de recaer en las manos de Pablo Quintanilla, solo vino a confirmar el buen presente deportivo del chileno.

Y es que al sinfín de competencias locales, continentales y mundiales en las que ha participado, se suma la obtención del bicampeonato mundial de Rally Cross Country de la FIM, título que consiguió hace poco menos de un mes.

Es por esto al momento de decidir a quién se le otorgaría el galardón, el nombre del porteño sonó con fuerza entre las autoridades del Ministerio del Deporte. Eso sí, el nacional se lo toma con calma, puesto que sabe que aún le queda un gran objetivo y así se lo hizo saber a Bio Bio Deportes.

“Mi gran deseo es ganar el Dakar. Yo me siento bien y con mucha energía. Me siento en un momento de mi carrera súper importante y bueno, con una madurez deportiva que me tiene confiado y motivado”, partió comentando.

Agregando sobre esto mismo que “tiene las condiciones, las herramientas, el equipo y la moto para poder ir a pelear en una carrera como el Dakar”.

Pese a esto, el chileno fue enfático en aclarar que para conseguir importantes logros se debe contar con un buen soporte económico, la bestia negra de los deportistas nacionales y que en su caso no ha sido la excepción.

“Se van quedando deportistas y talentos en el camino por la falta de recursos”, indicó en una primera instancia, complementando que a pesar de que él “nunca he recibido un apoyo por parte del Estado” es un “afortunado de tener una familia como la que tengo. Mi padre Arturo que fue muy apasionado desde siempre. Él me apoyó y creyó en el sueño de un niño”.

Finalmente, el porteño quiso aprovechar la tribuna para referirse a la idea de que el Dakar se instale definitivamente en Chile.

“Para el 2018 no se va tener porque ya está definido el lugar, pero yo estuve, ahora en la fecha del campeonato del mundo, en Argentina con la organización de la A.S.O y ellos me plantearon nuevamente el interés de que la carrera volviera a Chile”, puntualizó