05:30 horas en un día normal. La mayoría de los chilenos duermen. Otros, menos afortunados, ultiman sus detalles antes de asistir a sus trabajos o centros de estudio.

A la misma hora antes señalada, las destacadas seleccionadas nacionales en el nado sincronizado Natalie Lubascher y Kelley Kobler, ingresan a diario a la piscina del Estadio Italiano para iniciar una nueva jornada de entrenamiento.

Son atletas de alto rendimiento, pero un par de horas más tarde deben cumplir con sus obligaciones. No viven del deporte -económicamente hablando-, pero sí se entregan por completo por superarse día a día e intentar llevar el nombre de Chile a lo más alto en una especialidad que no tan reconocida. Además, se dan tiempo de compartir sus experiencias en el nado a otros por medio de sus Redes Sociales (Twitter: kelley_nata; Facebook: Kelley Kobler y Natalie Lubascher; Instagram: @kelleynata)

“Este semestre estamos como en vida normal. Antes yo había congelado y la Natalie había dejado el trabajo por esto. Pero ahora ya volvimos. Entrenamos de 5:30 a 7:30 de la mañana, de a 6 a 8 de la noche, y entremedio vamos al gimnasio que nos quede más cerca”, explica Kelley, estudiante de Fonoaudilogía de la Universidad de Desarrollo en conversación con BioBioChile.

Natalie, por su parte, ‘celebra’ que en su trabajo valoren su condición de deportista. “Es una bendición haber caído acá”, comentó la enóloga de la Viña San Pedro de Tarapacá, añadiendo que “si no me ayudaran tanto no podría seguir entrenando”. Y es que representar al país en diversas competencias requiere de esfuerzos y sacrificios. Nada es fácil.

¿Cómo es un día normal para ustedes?

N: Primero levatarme muy temprano para ir a entrenar con la Kelley a las 5:30. Después al trabajo. En el almuerzo voy al gimnasio. Después trabajo y volver entrenar.

K: Un día normal mío es entrenar en la mañana. Después universidad. Después gimnasio. Volver a la universidad y entrenar nuevamente.

¿De dónde viene el gusto por este deporte, quizás no tan popular en Chile? ¿Sus orígenes cómo serían?

N: Yo partí en nado porque mi hermana grande partió en el nado. Pero ella partió cuando tenía 12 y yo 6… Me metí más que nada por copiarle. Me empezó a gustar y así seguí por siempre.

K: Partí en nado porque mi mamá era entrenadora de mi club. Mi mamá entrenaba a las niñas más grandes. Me encantó y seguí por la misma línea.

Kelley Kobler y Natalie Lubascher | Agence France Presse
Kelley Kobler y Natalie Lubascher | Agence France Presse

¿Qué es lo más complicado que les ha tocado enfrentar en este camino del deporte de alto rendimiento?

K: Lo má complicado es que el deporte no es tan conocido, y derrepente la gente no sabe que es un deporte real, olímpico, que hay un mundial. Realmente el nado sincronizado sí es de alto rendimiento.

N: Yo creo que lo más dificil es que no hay cultura deportiva. A veces me preguntan “¿qué haces?”, yo digo nado sincronizado, y me dicen “¿Y cuándo vas a trabajar?”, o “¿Cuándo vas a madurar?”. Como que no fuera algo real e importante para el país. El deporte sí es importante. Hace que todo sea más sano, saludable, es importantísimo para el trabajo en equipo… los deportistas son muy buenos trabajadores a futuro y eso no se valora.

Kelley, ¿Cuáles son los objetivos para este año? ¿Cómo se proyectan en esta actividad?

K: El principal es sacar medalla en el Panamericano de especialidad que es en Chile en agosto, en la piscina del Estadio Nacional. Ya sacamos en el Panamericano de especialidad en 2013 y ahora que es en Chile sí o sí queremos sacar medalla y que nos sirva para seguir subiendo. Tenemos Juegos Bolivarianos después y el objetivo también es de sacar medalla. Lo que sigue ya en 2018 son los Juegos Odesur.

Kelley Kobler y Natalie Lubascher | Agence France Presse
Kelley Kobler y Natalie Lubascher | Agence France Presse

Natalie, ¿Cómo consideras que ha sido la evolución de ustedes en el nado sincronizado?

N: A pesar de que todavía no cumplimos nuestra meta más grande de clasificar a los Juegos Olímpicos, sí somos el dueto que más ha competido afuera y que más nombre le ha dado a Chile, por decirlo de una manera. Hemos renunciado a todo por esto. Yo a mi trabajo, la Kelley congeló, y eso en vedad nadie lo había hecho. Cuando uno le dedica tiempo se empiezan a dar resultados. Nos ha ido bien. Hemos marcado diferencia en el nado sincronizado chileno y también, a pesar de que sigue siendo deporte desconocido, sí hay un poco más de visibilidad y estamos orgullosas de haber logrado eso. Que hayan más niñitas interesadas en esto. Independiente de buenos resultados, esto es lo que más nos enorgullece

¿Qué es lo más importante para formar un buen dueto?

N: Somos muy, muy, muy amigas. Al principio entrenábamos juntas, nos llevábamos bien, pero somos como de generaciones distintas. De a poco fuimos siendo amigas y ahora somos muy amigas… es chistoso. La gente no entiende que nos sigamos viendo todo el día. Somos muy amigas y es lo más importante en un dueto, para nosotros por lo menos, es lo que nos ha llevado a mejorar.