Francia se impuso este domingo a Noruega (33-26) en la final del Mundial de balonmano disputada en París, logrando su sexta corona en esta competición y confirmándose como la selección más laureada de la historia.

El combinado galo, que ha ganado cuatro de los últimos cinco Mundiales, llegó a ir por detrás en el marcador durante casi todo el primer tiempo, pero logró sobreponerse ante una selección noruega que accedía a su primera final de un Mundial y para la que la medalla de plata supone no obstante un éxito sin precedentes.

En un pabellón París-Bercy engalanado para la ocasión, con la presencia del presidente francés François Hollande y de su homólogo del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach, Noruega afrontó el choque liberada de toda presión, sorprendiendo con un planteamiento ambicioso y jugando de igual a igual a los anfitriones.

Hegemonía mundial

Francia cerró con este título la herida de la derrota de la final de los Juegos de Rio y el anterior fracaso en el Europeo de principios de 2016. Francia ha ganado 11 de las 13 finales que ha disputado.

En el palmarés del Mundial, Francia suma seis Mundiales (1995, 2001, 2009, 2011, 2015, 2017), por sobre los cuatro de Rumanía y Suecia.

Además, se confirmó como selección hegemónica del balonmano mundial en el siglo XXI, mientras que Noruega regresará a casa con su primer metal en categoría masculina de un Mundial en el que participó gracias a una invitación de la Federación Internacional de Balonmano (IHF).