Luego de más de tres horas de audiencia en la sede de la Conmebol, la delegación de Independiente de Argentina se retiró con una sensación de alivio.
En medio de un clima de tensión por los graves incidentes ocurridos en el partido de vuelta ante Universidad de Chile por la Copa Sudamericana, el club de Avellaneda expuso sus argumentos ante el Tribunal de Disciplina con la esperanza de obtener un fallo favorable.
A la salida, el presidente Néstor Grindetti brindó declaraciones exclusivas a ESPN, en las que reflejó el optimismo del club tras la presentación.
“Nosotros planteamos nuestra postura y entendemos que Independiente es el que tiene que pasar. Subsidiariamente a eso, es poder continuar porque está previsto por la Conmebol”, sostuvo el máximo dirigente de la tienda trasandina.
Aunque aclaró que existe un “acuerdo de confidencialidad” que impide revelar detalles específicos de la audiencia, Grindetti destacó el tono cordial del encuentro.
Con respecto al próximo paso en el proceso, el presidente del Rojo fue claro. “Las conclusiones las va a sacar el Tribunal en las próximas horas o días. El Tribunal va a tomar una decisión. No hay nada nuevo en la postura de cada una de las partes. Ahora hay que esperar”.
Además, Grindetti anticipó que “me dio la sensación que van a tener una reunión mañana (miércoles) y que en las próximas horas se dé el fallo“.
Sobre el desarrollo de la audiencia, explicó que “cada uno expone lo suyo y después hay un alegato final. Cada uno expone su visión. Hay que esperar. No dijeron cuándo se va a conocer el fallo. Fue todo en buena relación y no insistimos”.
Por otro lado, el diario Olé reveló los pilares del alegato de Independiente. Durante la audiencia, la comitiva del Rojo organizó su defensa en torno a cuatro ejes centrales.
Origen de los disturbios: Según el descargo, la violencia se desató por iniciativa de la barra de Universidad de Chile, que -según afirman- destruyó instalaciones del estadio (baños y plateas) para lanzar proyectiles y bombas de estruendo contra los hinchas locales.
Premeditación: Desde Avellaneda aseguraron que los desmanes no fueron espontáneos, sino que existió una intención clara de generar caos, lo que será presentado como una acción planificada.
Medidas de seguridad: En defensa de su accionar, Independiente remarcó que el operativo fue acorde a un evento de alto riesgo, con 650 efectivos de la Policía bonaerense en el perímetro externo y 150 agentes de seguridad privada dentro del estadio. Este punto choca con un informe previo de la propia Conmebol, que había recomendado no ubicar hinchas locales debajo de la parcialidad visitante.
Responsabilidad por la suspensión: El último punto clave fue que el partido fue suspendido -y posteriormente cancelado- por los incidentes iniciados por los hinchas de La U, antes de cualquier reacción de la parcialidad local. Cabe recordar que en el encuentro de ida los chilenos ganaron 1-0, y en la vuelta iban 1-1 a los dos minutos del segundo tiempo cuando se desató el caos.
Ahora, con los alegatos ya presentados, la pelota quedó del lado del Tribunal de Disciplina. En Independiente confían en que su postura será tenida en cuenta y esperan una resolución en breve.