Jeisson Vargas, jugador de Universidad Católica, no pasa por el mejor momento en el cuadro cruzado. El delantero ha sumado escasos minutos en su regreso al equipo de la precordillera y no brilla como sí lo hizo en su primer período.

Además, los problemas fuera de la cancha también lo complican: Vargas fue acusado por su pareja por violencia intrafamiliar. Debido a lo anterior, la justicia dictó la salida del hogar que comparte con ella en la comuna de Las Condes y la prohibición de acercamiento a su lugar de trabajo.

“Asimismo, a cualquier lugar donde ella se encuentre, a 200 metros a la redonda”, dictaminó la justicia. El jugador ya había sido denunciado en Argentina, cuando defendía la camiseta de Estudiantes de La Plata.

Este lío judicial no ha caído bien en un grupo de hinchas de la UC. “Nuestra Cruzada” es el nombre de una agrupación de fanáticas del equipo precordillerano que ha condenado el actuar de Vargas y, también, lo adoptado por el club en torno al tema.

En entrevista con The Clinic, tres voceras de “Nuestra Cruzada” detallaron que la situación les preocupa mucho, especialmente por la indolencia de parte de la mayoría de los hinchas de la UC.

“Jamás podríamos apoyar a alguien acusado de violencia contra una mujer, como Jeisson Vargas. Lo vamos a criticar, da igual que se ponga nuestra camiseta. Ante situaciones como esa siempre le creemos a la mujer. Preferimos creerle a la mujer y reconocer si nos equivocamos en caso que una denuncia sea falsa, a creerle a un hombre que después puede ser un abusador o violador”, comentaron.

“Los hinchas de la UC le cantan ‘asesino’ a Johnny Herrera (por atropellar y dar muerte a una joven en diciembre del 2009), pero no son capaces de criticar a Jeisson Vargas. Para nosotros eso es una incoherencia. Nos da pena, rabia, que esa persona que defiende mis colores sea un maricón”, añadieron las cruzadas.

Sobre el accionar del equipo acerca del tema, enfatizaron en que “él debería ser separado del grupo hasta que la situación se aclare. Lo mínimo es que reciba una sanción de acuerdo a la gravedad de lo que hizo. No se robó un lápiz de un supermercado, está acusado de violentar a una mujer”.

“Para nosotras la Universidad Católica va más allá, quizás sea una pasión que a veces escapa de lo racional. Por lo mismo jamás podría defender que la camiseta del equipo que amo la vista un violador, un pedófilo o un violento”, sentenciaron.