Este domingo el fútbol chileno conoció a su nuevo campeón de la Primera ‘A’, la máxima categoría.

Tras 30 fechas, Universidad Católica se alzó como el monarca en Temuco, en lo que significó la decimotercera estrella del equipo franjeado.

Una corona que los números consagran: de 30 partidos el elenco precordillerano que dirigió técnicamente el español Beñat San José perdió solamente 3, alcanzando finalmente 61 puntos.

Los ‘cruzados’ además fueron el equipo que concedió menos goles con 24, en gran parte, por el buen trabajo de su portero Matías Dituro.

Sin embargo, pese a que los números reflejan una buena campaña, hay que decir que el equipo de Beñat nunca terminó de convencer cien por ciento a los hinchas del fútbol.

Las constantes rotaciones en más de la mitad del total del campeonato, junto a un desempeño más bien pragmático en muchos enfrentamientos, llevaron a que el equipo fuera criticado a pese a ser líder por varias fechas.

Y es que el paladar de la UC siempre fue más relacionado al ganar, gustar y golear. Al buscar en casi todo momento el arco contrario. Con Beñat eso no ocurrió, o, al menos, no fue una premisa impuesta y que se viera en cada duelo.

Católica cumplió un gran objetivo al coronarse campeón. De eso no hay dudas. ¿Fue el mejor? Las cifras son contundentes y no hay nada que reprochar.

Eso sí, cuesta imaginar que esta Católica versión Beñat quedará en la historia… aún para sus mismos fanáticos acostumbrados al buen pie y al atacar siempre, sin importar que se esté arriba 1-0 o 4-0. Un equipo que no enamoró, pero cumplió y celebró merecidamente.