“Ohhh Salas ya se va, ya se va, ya se va, Salas ya se va”. 17 de agosto del 2016, casi cuatro meses atrás, el estadio San Carlos de Apoquindo fue un ‘infierno’ para Mario Salas, entrenador del primer equipo ‘cruzado’.
Universidad Católica quedaba eliminada en la primera ronda de la Copa Sudamericana, y además en su reducto, frente al débil Real Potosí de Bolivia , luego del empate 1 a 1 en Santiago (3-1 en la ida).
¿Lo peor de todo? El conjunto altiplánico sería humillado en la segunda fase por el Cerro Porteño paraguayo con un 7-0 en el global (6-0 y 1-0). Sin apelaciones.
Cuatro días después de la eliminación en la Sudamericana, el ‘Comandante’ debería enfrentar otro revés junto a sus dirigidos: la dura derrota frente a Santiago Wanderers por el Apertura 2016, por 2 a 1, nuevamente como dueños de casa.
La UC no lo estaba pasando bien y se notaba. El ‘romance’ entre jugadores e hinchada -a excepción de los hinchas que se ubican en la galería Mario Lepe- estaba quebrado. El “Salas ya se va” se oía nuevamente. La presión crecía.
Eso sí, todo cambiaría el 27 de agosto, en la quinta fecha. Los ‘cruzados’ superaron con un contundente 3 a 0 a su máximo rival, la Universidad de Chile. Un golpe anímico que despertó a los jugadores de cara al resto del torneo.
Sin ir más lejos, salvo el tropiezo en la séptima fecha (caída ante San Luis de Quillota), Católica no volvería a perder en el resto del torneo. Es más, en la novena jornada la UC se dio maña de revertir un 2-0 en contra frente a Unión Española (4-3 final), equipo que en ese entonces peleaba por el liderato.
Las críticas a Mario Salas fueron quedando atrás con los buenos resultados. Todo iba perfecto, hasta que llegó la semifinal de la Copa Chile con Colo Colo.
En el primer partido -jugado el 23 de noviembre- el cuadro precordillerano fue dominado en San Carlos y cayó por la cuenta mínima frente al equipo de Pablo Guede. Pero los cuestionamientos a Salas volverían en la antesala del pleito de vuelta.
Resulta que el estratega decidió enfrentar el segundo duelo con un equipo totalmente alternativo, algo que Salas decidió llamar como “de no habituales”, considerando que el mismo fin de semana el equipo debía luchar en el norte contra Deportes Iquique cuando ambos estaban en la cima con 25 unidades.
Pese a que en la previa Salas aseguró que el equipo que presentaba estaba en condiciones de pelear el paso al juego por el título, lo que se vio en cancha fue un aplastante ‘Cacique’ que pudo golear (acabó 2 a 0). De esta manera, la UC se despidió con un 3-0 en el global y con un sabor ‘amargo’ para la mayoría de sus fanáticos que aún consideran que con equipo titular algo más se pudo haber hecho.
“Nuestras prioridades estaban claras desde un comienzo”, se defendió Mario Salas ante los medios, previo al viaje a Iquique. Hasta Buljubasich debió salir a respaldar públicamente al adiestrador, sentenciando que la dirigencia apoyó por completo la decisión de medirse con los ‘albos’ con una oncena no consagrada.
Pero la apuesta le acabó resultando perfecta. En Cavancha el club estudiantil aplastó por 6 a 2 a los ‘dragones’ y dio un paso gigante al título, lo que terminó coronando este jueves con el bicampeonato en Temuco.
Así ha sido el paso de Mario Salas este semestre en Universidad Católica. Uno ganador -si se suma la Supercopa frente a la ‘U’ en Concepción-, pero donde no estuvo exento de duras críticas y cuestionamientos. Muchos pidieron su salida y, probablemnte, esos mismos están hoy celebrando el primer bicampeonato de la institución. Sea como sea, el ‘Comandante’ ya entró en la historia ‘cruzada’, un lugar donde no llega cualquiera. Gana acá también la dirigencia y el hincha fiel, quienes aguantaron al entrenador en los momentos más duros.
