El director técnico de la selección chilena de fútbol, Reinaldo Rueda, habló como pocas veces en extensa entrevista.

El colombiano enfrentó las interrogantes sobre Marcelo Díaz, Eduardo Vargas, Paredes y el desempeño del equipo, entre otras cosas.

Sobre el proceso que lidera y el estilo de juego que busca, Rueda es claro al señalar que intenta seguir el juego mostrado por la selección en las últimas Copas América y en los mundiales que participó, pese a que los jugadores ya no están en el mismo nivel que entonces.

“Uno quiere mejorar, lograr ese equipo compacto, con esa dinámica y esa intensidad. Estamos en ese camino de trabajar para lograrlo. Naturalmente falta mucho. Tuvimos un primer año de diagnóstico y valoración de los jugadores. Traté de ser coherente, mantener una base”, asume el DT, en entrevista con La Tercera.

Desde que llegó a dirigir la selección hay dos jugadores que la gente le ha pedido, y Rueda ha hecho oídos sordos. En el último tiempo, la situación se ha acentuado debido a que en esas posiciones hay jugadores que no han rendido a la altura con la camiseta de La Roja. El primero: la ausencia de Eduardo Vargas.

“Es una decisión mía en la que influyó su comportamiento en Suecia. Y después, brindé la posibilidad a otros en esa posición”, reconoce Rueda.

El otro jugador que el hincha pide a gritos por su gran nivel en Argentina es Marcelo Díaz. “Me sorprendió un artículo de Marcelo donde decía que había salido de la Selección. Nadie lo ha sacado de la Selección“, comenta el colombiano, que argumenta, entre otras cosas, no llamar a Díaz porque piensa en el futuro del equipo, pese a que ha convocado a Esteban Paredes.

“No me contradigo. En ese momento era el goleador del campeonato, jugábamos de local, quería tener esa satisfacción personal de tener al goleador histórico de Chile en mi convocatoria y que transmitiera su madurez a Castillo y otros jóvenes”, se defiende el seleccionador nacional, que no cree lo mismo de ‘carepato’.

“Hay posiciones donde tenemos alternativas, y otras donde no. Está mi admiración por él (Díaz). Cuando lo tuve de rival era de los que consideraba a controlar, porque sabía que era el pase inteligente. Miro otras alternativas en esa posición”, argumenta el cafetalero.

“Si quiero dejar algo de huella, un legado, pienso en Pulgar, Reyes, Araos y otros jóvenes”, complementa.

Al ser preguntado por su continuidad según algún resultado en la Copa América de Brasil, el experimentado entrenador cierra la entrevista entregando el objetivo final de su mandato en La Roja.

“La meta grande es la clasificatoria al Mundial. De nada le sirvió a Chile ganas las dos Copas América y no ir al Mundial. Esa es la gran frustración. Ya lo hemos vivido. Depende del análisis, si lo merecemos o no, si hacemos un juego que sea orgullo de Chile, o definitivamente somos un desastre y me tengo que ir”, concluye.