Nunca tuvo miedo en un campo de juego. El futbolista chileno Gary Medel ha demostrado excesiva personalidad en cada uno de los equipos que ha jugado.

Universidad Católica, Boca Juniors, Sevilla, Cardiff, Inter de Milan y Besiktas han sido las instituciones que han podido disfrutar de un futbolista ‘todo terreno’. Un aguerrido cien por ciento, que nunca temió a grandes estadios o hinchadas desde que inició su carrera en 2006.

¿Por qué razón? El propio ‘Pitbull’ lo ha explicado en más de una vez: sus primeros pasos en el balompié los dio en el Sabino Aguad, elenco de la popular comuna de Conchalí, donde la ‘ley de la calle’ te lleva a enfrentar las peores situaciones en torno a un balón.

En esas canchas de tierra el que muestra temor es pisoteado. Exhibir desconfianza es darle ventaja excesiva el rival. No hay otra norma. Así creció Medel y así lo ha dejado en evidencia.

Captura / Chilevisión
Captura / Chilevisión

Pistolas a la cabeza

Sin embargo, la carrera de Gary Medel pudo haberse visto truncada por culpa del mismo lugar que lo forjó: los escenarios de fútbol de Conchalí.

Una peligrosa situación pudo terminar con la vida del jugador cuando tenía 14 años. De hecho, el seleccionado chileno tuvo más un arma apuntando a su cabeza.

Lo acontecido se remonta al clásico de la población entre el Sabino Aguad y el Inter de La Paula. Como ocurre siempre en este tipo de partidos, la pierna fuerte y los encontrones prevalecieron.

Quizás ‘agrandado’ por contar con su padre y su hermano en su equipo, reconocidos como ‘peleadores’ en el sector, Gary fue a disputar un balón con más vehemencia que la permitida. ¿El resultado? Una batahola que casi provocó una tragedia.

En la cancha hubo insultos, empujones y hasta las hinchas ingresaron a seguir discutiendo el ‘patadón’ del menor de los Medel en el partido.

Captura Chilevisión
Captura Chilevisión

“Dispárame po, huevón, dale”

La situación se volvió incontrolable, como lo cuenta el libro ‘Simplemente Gary’ del periodista Cristián Arcos. El padre de Gary y su hermano, Luis, ya habían terminado un partido anterior con el Inter a los combos, y se la tenían ‘prometida’.

Unos siete hinchas invadieron el terreno y rodearon al ‘Pitbull’, que seguía en el suelo. El muchacho, que ya estaba en la sub15 de Católica, se levantó y no dudó en encararlos.

Fue en ese instante que ingresó otro sujeto al campo y sacó un arma hechiza que colocó en la cabeza del hoy ídolo de La Roja. El silencio se apoderó algunos segundos del escenario de la ‘batalla’, pero luego Gary desafió a su posible victimario: “¡Dispárame po, huevón, dale!”, gritó.

La escena fue impactante. Pero la tensión aumentaría aún más con la llegada de Marisol Soto, madre del ‘cruzado’.

“Le pusieron dos pistolas en la cabeza, pero yo me puse ahí, delante de él”, admitió la mujer al programa ‘Yo, el que no conocías’ de Chilevisión. “Yo le decía que me lo pegara, y después se puso mi mama”, reconoció Gary.

En tanto, el libro antes mencionado revela que Marisol ingresó rauda al campo y se lanzó sobre el hombre, al que le ‘regaló’ una serie de golpes en la cabeza. “Ándate de acá, cabro de mierda, te fuiste”, le gritó.

“El Gary estaba más enojado, quería puro pegarle, pero estaban con dos pistolas… igual no se achicó, pero los Medel eran muy peleadores en la cancha”, contó Soto al espacio televisivo ya mencionado.

¿Cómo terminó todo? Con el hombre del arma arrancando tras ser expulsado por Marisol, mientras el juego fue suspendido y finalizado como 0 a 0.

Gary Medel / Instagram
Gary Medel / Instagram