Tras el fracaso de la sub 20 en el Sudamericano de Ecuador, en donde la ‘Rojita’ no logró pasar de la primera fase, el expresidente de la ANFP Harold Mayne-Nicholls, realizó un mea culpa pues dice sentirse responsable -en cierta medida- por la situación.

Me es imposible eludir la responsabilidad, evidente a todas luces, que me cabe en la designación de los cuerpos técnicos de las selecciones menores en mi período a cargo del fútbol chileno“, expresó mediante una columna en el diario La Estrella de Arica.

Con ello Harold aclara referirse a las selecciones masculinas, “pues en el femenino, la historia fue distinta”.

El actual director de la fundación Ganamos Todos, no elude la responsabilidad respecto a la situación que tiene mal evaluada a las selecciones menores, argumentando no haber cumplido algunos objetivos.

“Escribo desde el dolor que significa un fracaso, o no haber cumplido con los objetivos. Lo hago por haber sido responsable de ciertas decisiones que no permitieron logros en mi carácter de presidente de la Asociación Nacional de Fútbol“, detalla.

A su juicio, “cuando elegimos creí haberlo hecho bien“, aunque remarca que “los resultados dijeron otra cosa”.

Mayne-Nicholls expone que realizando las adaptaciones necesarias en la ANFP la situación podría mejorar.

“A mi juicio, debiera venir un gran cambio en la estructura de trabajo de las selecciones menores. Propongo: juntarse una vez al mes, de lunes a jueves. Entrenar y practicar para terminar con un partido de exigencia internacional. A ello sumar dos giras internacionales, por año. Planificar para unos 14 partidos en el año”, sostiene.

Además propone que el DT de la categoría presencie en los clubes del jugador seleccionado los entrenamientos con su equipo para ver el rendimiento del futbolista. “Los jugadores, en su hábitat natural, se mostrarán tal como son”, indica.

El seleccionador de las categorías menores debe ser alguien con vasta experiencia, remarca, que debe olvidar “la actitud paternalista y protectora que hoy parece dominar“.

“Por el contrario, es el rigor y la disciplina a todo evento lo que nos permite crecer. No son las justificaciones las que nos ayudan a creer; son las enseñanzas desde un nivel superior, las que nos invitan a mejorar“, explica.

“Le fue mal en mi periodo (salvedad con la Sub-20 de Canadá, pero ahí entramos en la parte final del proyecto) con las menores (…) Debí haberme dado cuenta antes de que los tiempos ameritaban cambios. No lo hice. Ahora lo veo con claridad y por ello es que me atrevo a compartirlo“, sentencia Mayne-Nicholls.