La Segunda Sala del Tribunal de Disciplina de la ANFP revocó el lunes la sentencia previa que sancionaba a Santiago Morning por la actuación de Esteban Paredes como director técnico en partidos de la Liga de Ascenso 2025.
El fallo, que dejó sin efecto la sanción al club ‘bohemio’, ha generado una fuerte reacción por parte del Colegio Profesional de Entrenadores de Fútbol, que considera que esta decisión socava la integridad de los reglamentos del fútbol profesional chileno.
En un comunicado, el ente que preside Carlos Ramos apuntó que “el accionar del personero fue claramente de carácter técnico”, una afirmación que pone en duda la naturaleza del trabajo de Paredes en la banca del elenco microbusero.
Para la organización que agrupa a los entrenadores nacionales, este accionar no solo violó una, sino “dos bases fundamentales de las competencias de la Primera B 2025”, específicamente los artículos 51 y 52. Estos artículos exigen que cualquier persona que actúe como director técnico debe tener un contrato formal con el club y cumplir con los requisitos establecidos, como la obtención de una licencia adecuada (Licencia Pro Nacional o Pro Conmebol).
El Colegio considera que la revocación de la sanción “es una amenaza para la justicia deportiva del fútbol chileno”, subrayando que “confirma la nula aplicación de lo mínimo: respeto a los reglamentos”.
En este sentido, los entrenadores expresaron su preocupación por la falta de rigurosidad en la aplicación de las normativas, un fenómeno que, según ellos, “destruye día a día” el fútbol chileno.
Más allá de este caso puntual, el Colegio reitera la importancia de “respetar las Bases de Competencias de los Torneos de fútbol profesional”. En su declaración, enfatizaron que el fútbol no solo involucra a jugadores, sino también a un grupo de profesionales de distintas áreas como la gestión, la medicina, la psicología y, por supuesto, los entrenadores.
“Exigimos respeto para el entrenador. Para su labor y su trabajo como profesional”, recalcaron.
Además, el Colegio criticó el uso del término “Autónomo” en la denominación de los organismos jurisdiccionales, sugiriendo que si bien estos son necesarios, no gozan de la independencia que se les atribuye, ya que “resuelven en contemplación a antecedentes que no están escritos en los reglamentos”.
Esto último, según los entrenadores, “contribuye a que existan decisiones que benefician o perjudican a unos u otros”, lo que, para ellos, debilita aún más la confianza en la justicia deportiva.
“No cualquiera puede sentarse en la banca e impartir instrucciones técnicas”, recalcan, subrayando que el trabajo del entrenador requiere una formación específica que debe ser respetada en todo momento.
Desde la implementación de la nueva normativa en 2020, los entrenadores deben contar con una licencia oficial y cumplir con requisitos curriculares y de actualización cada tres años, algo que, según el Colegio, no fue observado en el caso de Esteban Paredes.