El año pasado, Nicolás Bascuñán, Brandon Muñoz y Brian Torres eran desvinculados de San Marcos de Arica, acusados por el presidente del club de violar los protocolos Covid tras, supuestamente, participar en una fiesta con otras personas en el lugar donde vivían.

Los futbolistas que venían a préstamo desde Huachipato, en ese entonces, no sólo fueron duramente criticados por Carlos Ferry, quien tildó esta situación de “una falta de respeto”, sino que también por la Ministra del Deporte, Cecilia Pérez.

No obstante, siete meses después, tras una demanda de Brian Torres (el único de los implicados que decidió querellarse), el Juzgado de Letras del Trabajo de Arica decidió acogerla. Esta indica que existió una vulneración de de derechos fundamentales y ordenó al club nortino a indemnizar al futbolista con 10 millones de pesos por daño moral.

Además, deberán ofrecerle disculpas públicas al jugador e informar a la ANFP, Sifup y Ministerio del Deporte que el despido fue de manera injusta y sin fundamentos ciertos. En tanto, el magistrado Fernando González apuntó al presidente ariqueño: “Surge la sospecha que se trató de un acto abusivo, del ejercicio ilegítimo de la facultad de despedir, y que aparece como cierto que vulneró derechos fundamentales del trabajador”.

Esta resolución generó diversas reacciones. Carlos Ferry señaló que van a apelar y sigue insistiendo en que los futbolistas violaron los protocolos Covid.

En tanto, el Sifup celebró la medida impuesta por la Justicia, Gamadiel García manifestó que “la incompetencia y desprolijidad de los clubes, en materia sanitaria, no puede cargarse a los jugadores. Menos tomar represalias y atentar contra sus derechos laborales. En el caso de Arica, estábamos seguros que los futbolistas no habían incumplido nada y por eso demandamos. Ahora, esperamos las disculpas públicas de todos quienes apuntaron con el dedo”.