Se fueron bajo el repudio y las pifias de su público. Una despedida lamentable -aunque comprensible- tuvo el plantel de Ñublense el pasado domingo en Chillán.

El cuadro chillanejo igualó 1 a 1 con Deportes Copiapó en el Nelson Oyarzún, resultado que, sumado al empate entre Wanderers y San Marcos de Arica, le permitió mantener la categoría en la Primera ‘B’.

El tema es que los últimos minutos del compromiso disputado en el Ñuble fueron una vergüenza. Los dos elencos protagonizaron una especie de ‘pacto de no agresión’, considerando que a los dos les servía la igualdad para no descender, ya que los ariqueños caían en ese momento con los ‘caturros’.

La situación provocó la desesperación y frustración de los más de 6 mil hinchas que llegaron hasta el reducto deportivo ilusionados con celebrar un triunfo.

Por ende, una vez terminado el partido, lejos de celebrar un año más en la ‘B’, en la galería solo se escucharon insultos y abucheos por un tema de ‘vergüenza deportiva’. Más aún, porque Arica buscaba en los descuentos el milagro ante Wanderers y con un tanto más -que no llegó- habría enviado a la Segunda a los ‘rojos’.

“Queríamos despedirnos con triunfo, lamentablemente no pudimos. Lamentablemente fue un torneo raro, extraño, el arco no se quiso abrir nunca y eso también pasa la cuenta”, expresó tras el juego el delantero y referente Sebastián Varas.

En las Redes Sociales los fanáticos de Ñublense también expresaron su repudio a lo acontecido. “Más de 6000 personas llegaron a alentar y ustedes pensando en un arreglo”, “Que se vayan todos”, “Que poca dignidad tiene Ñublense solo se pasean por la cancha” y “Felicidades coquimbo, en cambio #ñublense hoy me da mucha vergüenza”, fueron algunos de los comentarios.