El expresidente del Sindicato de Futbolistas Profesionales (Sifup), Carlos Soto, atendió a los medios de comunicación para explicar los motivos de su renuncia a la directiva de la entidad y responder a los cuestionamientos por los dineros no respaldados de su administración.

Recordemos que Soto y Luis Pedro Figueroa renunciaron de sus respectivas funciones en medio de una asamblea que revelaba los resultados de una auditoría de los últimos dos años del mandato anterior, la que detectó un total de $251.376.621 de gastos sin respaldos.

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“Renunciamos por diferencias en la forma de conducción con Gamadiel (García, actual presidente del Sifup)”, señaló Soto para luego agregar que: “De esa cantidad, 108 ya están justificados. Otros 50 son partidas difíciles de demostrar, porque se trata de donaciones a futbolistas con problemas. Y da vergüenza, por una cuestión moral, pedir recibo. El resto, trataremos de documentarlo”, agregó.

El exfutbolista reconoció que: “No se hizo una correcta contabilización, pero es llevadero. Admito que hubo falta de prolijidad en aspectos contables. Pero al menos quedó claro ahí dentro que no hubo malversación. Nadie nos acusó de eso”, expresó, consignó La Tercera.

Y uno de los temas que más llamaron la atención de la auditoría de Ecovis fueron los gastos en ropa, como por ejemplo dos pijamas de mujer, además de inversiones en textos bíblicos.

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“El pijama de mujer que me señala se puso así en la boleta, pero es un delantal de la mujer que hace el aseo. Y hay partidas que son regalos a trabajadores”, afirmó Soto.

“No son biblias. Son libros devocionales que les regalamos a los jugadores que quisieron. Cambia de Ritmo, del español Jaime Fernández. Es un libro de motivación. Pregúntele a Mario Salas sí le sirvió. De todas formas, ya dijimos ahí dentro, que si hacía falta, devolvíamos el dinero que costaron”, agregó.

Por último, sobre las donaciones a la Iglesia Evangélica, Soto reconoció que: “Eso no se debió hacer, no estuvo bien. Pero Julio (Pastén) ya dejó claro que lo va a devolver”, cerró.