Muchos futbolistas han declarado que de no ser por el deporte su vida habría tomado el camino de la delincuencia. En Chile tenemos los ejemplos de Gary Medely Arturo Vidal, quienes sumergidos en un entorno conflictivo vieron en el fútbol la salida ideal a sus problemas.

A pesar del dinero, la fama y un evidente cambio en su estilo de vida, algunos jugadores no puede dejar sus raíces de lado y terminan tropezando con la misma piedra. Tal es el caso de Ruben Semedo, defensor del Villarreal, quien durante esta tarde fue enviado a prisión preventiva por un incidente que incluyó pistolas, robo y un secuestro.

Todo se remonta al 12 de febrero cuando una persona de Valencia acusó al portugués junto con dos sujetos de golpearlo con bates de béisbol, secuestrarlo y robarle pertenencias desde el interior de su casa.

La víctima del robo señaló al diario valenciano Las Provincias detalles impactantes de la agresión: fue amarrado y golpeado por Semedo, quien en primera instancia le apuntó con una pistola en la cabeza y después amenazó con cortarle el dedo meñique con un cuchillo.

Cuando se dirigían a Valencia para cobrar 5 mil euros que debía al jugador, la víctima pudo escapar no sin antes recibir dos disparos de Semedo con una pistola nueve milímetros que no dieron en el blanco.

Esta mañana el jugador del Villareal compareció ante el Juzgado de Instrucción número 6 de Lliria, quien fue implacable en su decisión: prisión preventiva sin fianza. Hasta que se lleve a cabo el juicio,la jueza consideró que Semedo puede reincidir en sus conductas e intentar una fuga por lo que permanecerá retenido en el centro penitenciario de Picassent.

Al portugués se le está acusando de homicidio en grado de tentativa, lesiones, amenazas, detención ilegal, tenencia ilícita de armas y robo con violencia.