La violencia se tomó el fútbol español. Esta vez no fue dentro de un campo de juego o en las galerías. El causante de todo el revuelo es el jugador del Villarreal, Rubén Semedo, quien fue acusado de agredir y robar con una pistola a un hombre, en compañía de dos individuos más.
La mañana del martes, la Guardia Civil de Valencia llegó hasta la casa del jugador portugués para detenerlo y llevarlo a la comisaría acusado de los delitos de lesiones, detención ilegal y robo.
El diario de la comunidad valenciana, Las Provincias, entregó detallles del incidente. “La persona agredida acudió el pasado 12 de febrero a una comisaría de la Policía Nacional de Valencia para denunciar que había sido atado , golpeado y retenido por Semedo y otros dos hombres en el chalé del futbolista ubicado en Bétera”.
Posteriormente, los individuos que acompañaban a Semedo le quitaron las llaves a la víctima e ingresaron a su domicilio para sustraer dinero y cualquier prueba que pudiera implicarlos en algún tipo de delito.Al momento de realizar la denuncia, la víctima presentaba magulladuras y una lesión en el tobillo además de informar que durante el altercado, se efectuaron dos disparos como forma de intimidación.
Rubén Semedo llegó al Villarreal el año pasado proveniente del Sporting Lisboa como una de las grandes promesas del fútbol portugués. Sin embargo, el jugador ha hecho mas noticia por su vida fuera de las canchas que por su rendimiento.
Este no es el primer altercado con violencia que protagonizó Semedo. Anteriormente fue involucrado en una pelea afuera de una discoteque donde agredió con una botella de cristal a un asistente de la fiesta y luego estuvo acusado de amenazar con una pistola en el cuello a una persona fuera de un club nocturno, en dicha ocasión la fiscalía a cargo había pedido dos años de prisión.
En el plano deportivo, el defensa de 23 años aún no ha podido debutar este año a causa de una lesión que lo aqueja desde diciembre del 2017, cuando debió salir sustituido por una lesión durante un partido frente al Barcelona.
