Las tradiciones en el mundo del fútbol son tema importante. Un color o una fecha son algunos de los detalles que van pasando por décadas y terminan conformando la identidad de cada equipo.

Dentro de esas características, quizás si una de las más llamativas es la de los clubes que deciden limitar su plantel a jugadores que sean de una nacionalidad u origen específico, siendo el caso más conocido el de Athletic de Bilbao, que solo admite a jugadores nacidos o descendientes de vascos.

Pero en nuestro continente también hay un ejemplo de ello: Club Deportivo El Nacional, cuadro ecuatoriano que ha elegido un camino similar al del Athletic y admite solo a jugadores de esa nacionalidad.

Nacido como Club Mariscal Sucre y luego oficialmente fundado en 1964 como El Nacional, su origen está vinculado con el apoyo de las fuerzas armadas ecuatorianas. Por ello, no extrañó su elección exclusiva por futbolistas criollos, lo que no le ha impedido obtener éxito, sumando 13 titulos de primera división.

Pero esta ‘regla’ autoimpuesta y que llenaba de orgullo a sus hinchas sufrió el golpe más duro este semestre, todo por culpa de un engaño. ¿El responsable? El jugador Rinson López, hasta hace poco considerado ecuatoriano, pero que, para sorpresa de todos, era colombiano y había disputado más de 30 partidos desde que arribó al club en la temporada 2016-2017.

La situación fue detectada por la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF), que el pasado 27 de diciembre aplicó seis meses de suspensión por presentar documentación falsa a Carlos Moreno (Emelec) y también al mencionado López, que con su ‘trampa’ arruinó los 53 años de tradición de El Nacional.

López intentó aliviar su carga y señaló que “quiero pedirle disculpas a todo el Ecuador y a El Nacional, porque desde los 17 años vine a Ecuador a trabajar, había personas que me querían ayudar pero me ayudaron de la manera incorrecta, me sacaron ese documento y ahora me doy cuenta que podía nacionalizarme tranquilamente”. El presidente del equipo, Tito Manjarrez, confirmó el despido del jugador, a la vez que declaraba que “es una persona incomparable, pero cometió un error y los errores se pagan (…) Nos molesta mucho que haya sucedido un tema de esta naturaleza, principalmente porque nuestra esencia es ser ecuatorianos“.

“Prácticamente me quedé sin piernas para jugar al fútbol, pero bueno, muy agradecido con El Nacional, no tengo más palabras para decir. Me ayudaron mal y ahora estoy pagando esos errores. Tengo 30 años cumplidos” fueron sus últimas declaraciones, que poco importaron en El Nacional. El daño ya estaba hecho y los 53 años sin jugadores extranjeros quedaron en el olvido. Todo por un engaño.