Santiago Cazorla no la pasa bien. El seleccionado español y compañero de Alexis Sánchez todavía no se recupera de la seguidilla de lesiones que comenzaron justamente en un amistoso contra Chile el 10 de septiembre de 2013.

De hecho, el volante comenta que luego una fisura en el tobillo pudo jugar pero “las primeras partes las aguantaba un poco mejor, si entraba en calor podía jugar, pero en el descanso, en cuanto me enfriaba un poco, se me saltaban las lágrimas”, aseguró a Marca.

Pero eso no fue todo. En diciembre de 2015 fue operado por una rotura de ligamento externo de la rodilla izquierda. Pero los problemas en el tobillo y el dolor persisten.

Luego de la operación, los médicos en Inglaterra nunca fueron alentadores con el jugador. De hecho Cazorla comenta que le dijeron “si consigues volver a caminar con tu hijo por el jardín, date por satisfecho”.

Un año después es intervenida la lesión del tendón y lo que debían ser tres semana de reposo terminó siendo casi una tortura. Al mes le quitaron los puntos pero la herida se abría, no cicatrizaba. Cazorla llegó a ser operado ocho veces.

“Por entonces seguía jugando, me decían que estaba bien. El problema es que no cicatrizaba y las heridas volvían a abrirse, se infectaban… Se me veía hasta el tendón”, dice el ‘Gunner’.

MARCA
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En Inglaterra no pudo hacer nada más, por lo que acudió al doctor Mikel Sánchez en Vitoria. Cuando llegó el momento de operarlo el médico no lo podía creer. “Vio que tenía una infección tremenda, que me había dañado parte del hueso calcáneo y comido el tendón de Aquiles, ¡me faltaban 8 centímetros!”, aseguró Santi.

El seleccionado español se sometió a varios tratamientos de antibióticos con éxito y en mayo se sometió a una reconstrucción del tendón. Y luego, como si fuera poco, tuvo una edema óseo que frenó su recuperación.

Pero ya pasó todo. La recuperación continúa y Santi ya corre. Tiene contrato hasta junio de 2018 con los Gunners y dice que “no tengo ficha hasta enero, pero voy a volver para entonces”.

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