El Lille del entrenador argentino Marcelo Bielsa, penúltimo clasificado en la liga francesa, continuó agravando su crisis con una derrota en casa por 0-1 ante el Marsella (4º), este domingo en el partido que clausuró la 11ª jornada de la Ligue 1.

El único gol del duelo en el estadio Pierre Mauroy de Villeneuve d’Ascq, en la periferia de Lille, lo consiguió Morgan Sanson, rematando en el área, de primeras, una falta desde el lateral sacada por bajo por su compañero Florian Thauvin, en el minuto 5.

Ese tempranero tanto bastó a los marselleses para llevarse el triunfo y colocarse cuartos en la clasificación, a un punto de la zona de Liga de Campeones y superando ahora en un punto al Nantes (5º), que el sábado había perdido 1-0 en Dijon (14º).

Bielsa sufrió otra noche de pesadilla, esta vez contra un equipo al que entrenó en el pasado (2014-2015).

“No es fácil, es una situación complicada. No se puede digerir esta nueva derrota fácilmente”, admitió el argentino. “Es el partido en el que mejor hemos defendido y en el que mejor hemos atacado, pero no podemos estar satisfechos”, añadió, considerando “justificados” los gritos de “¡Dimisión, dimisión!” que se escucharon al término del partido, por parte de aficionados que solicitaban la renuncia de Bielsa.

Para el Lille, el inicio de temporada continúa siendo una pesadilla: empezó con altísimas expectativas, con el fichaje del rosarino como entrenador, pero la euforia ha dejado paso a la perplejidad y el miedo, con un equipo que sólo ha ganado un partido esta liga y que es penúltimo, a cuatro puntos de la zona de salvación.

En sus últimos seis partidos en la Ligue 1, el Lille ha perdido cinco y ha empatado otro, un balance paupérrimo y una dinámica de la que el equipo es por ahora incapaz de salir.

Esta semana estuvo incluso cerca del desastre en los dieciseisavos de final de la Copa de la Liga, donde tuvo que clasificarse en la tanda de penales ante un equipo de segunda división, su vecino Valenciennes.