“Se manejó como había que manejarlo”. Seguramente el peruano Aldo Corzo nunca pensó que su frase tras el Perú-Colombia generaría tanta repercusión.

Y es que sus dichos han sido considerados como la ‘mayor prueba’ de que existió un ‘pacto de no agresión’ entre peruanos y colombianos, motivo por el que desde la ANFP miran de reojo una posible intervención por oficio de la FIFA.

Al respecto, Francisco Moya, abogado y máster en derecho deportivo, expresó en conversación con Bío Bío Deportes que “el código disciplinario de la FIFA contempla y sanciona, en el artículo 69, la conducta no solo de influir en el partido, sino también intentar influir“.

En relación a lo mismo, si bien “existe alguna dificultades para determinar lo que pretendían los jugadores”, admite Moya, el abogado expresó que, a su juicio, “se podría perfectamente levantar un caso”.

“Conversar entre jugadores, para no seguir jugando y tocar la pelota sin la intención principal de competir, me parece que es influir de alguna manera”, detalló.

Moya, que pidió recordar que este caso “se da en el contexto en que FIFA ha puesto mucho esfuerzo en lo que dice razón con integridad deportiva”, hizo hincapié en que a favor de Chile estarían “las imágenes del colombiano hablando con hartos jugadores peruanos, y después lo que se comenta en las entrevistas”.

Finalmente, en cuanto a responsabilidades, el abogado sostuvo que “me parece que los jugadores no están en la cancha porque hayan ido a jugar solo. El responsable, a mi juicio, sería la Federación, independientemente de que los autores materiales también puedan ser sancionados individualmente”.