El Chapecoense venció este martes 4-2 en definición por penales al Defensa y Justicia argentino, al que se había impuesto 1-0 en el tiempo reglamentario, y se clasificó así para los octavos de final de la Copa Sudamericana 2017 al darle la vuelta a la eliminatoria.
Esta vez la suerte se puso del lado de los vigentes campeones, que empezaron la tarde enredados en los nervios y la acabaron sacudidos por la adrenalina de una victoria al filo y coronando a un nuevo héroe entre el recuerdo emocionado de los que les arrebató la tragedia.
Todos sabían en Chapecó que esta temporada estaría plagada de sentimientos desbocados y mucha lucha. Reconstruirse tras un drama como el que arrasó a este humilde club de Santa Catarina no iba a ser fácil, pese a que medio mundo siga hinchando por su suerte.
Y este martes, el ‘Furacao’ volvía a examinarse. No podía fallar en la competición de la que son campeones y ante un Defensa y Justicia cuyo descaro tanto recordaba al ‘Chape’ del año pasado: aquel ‘matagigantes’ que se plantó en la final de la Sudamericana. Hasta que el drama arrasó con todo.
Debutantes en el torneo, los argentinos sorprendieron al continente eliminando al poderoso Sao Paulo en la primera fase y desembarcaron en Chapecó con el valioso 1-0 de la ida.
Un botín demasiado valioso como para regalárselo a los brasileños, atenazados por la presión al inicio. Tanto que, pese a que no estaba en sus planes, el ‘Halcón’ se animó a provocar e incluso Kaprof gozó de la primera ocasión ante el estupor local.
Tenía que templar los nervios el ‘Chape’, todavía marcado por su polémica eliminación de la Libertadores, y solo podía calmarle un balón que fue recuperando de a poco.
Pero todavía quedaba mucho partido por delante y ahí estaba Reinaldo, empeñado en evitar una despedida precoz. De sus botas salió la primera ocasión seria del ‘Furacao’ en el 17, aunque el gol que le valdría el futuro al ‘Chape’ llegaría poco después.
Fue también gracias a un gran saque de esquina del lateral, que dejaría el balón a punto para el cabezazo de Tulio de Melo. Apoyado en su más de 1,90 m, el delantero voló sobre la defensa argentina y puso el tanto que igualaba la eliminatoria y devolvía el aliento a Chapecó.
Ambos equipos tenían demasiado que perder ahora como para preocuparse de la brillantez de un juego que empezó a truncarse.
Nuevo héroe
Tampoco encontró ninguno las ideas en el descanso, conformados aparentemente al mal menor de los penales. Sin saber qué hacer con él, el ‘Furacao’ le cedió el balón a los argentinos, que nunca cayeron en la tentación del riesgo.
Ante su poca fluidez, el ‘Chape’ se lo jugaba todo a balón parado y pudo haber hecho saltar la banca si el juez uruguayo no hubiera visto falta en el cabezazo con el que Grolli batió a Arias tras un corner en el 55.
Por eso se le desató el pulso al Arena Condá en el 71, cuando asistió por fin a un contraataque que ahora sí tenía todo para acabar bien, con Arthur recibiendo en carrera y zafándose de tres defensores. Pero el aquero llegó a tiempo.
No era el día. Tampoco para el ‘Halcón’, que pudo incendiar el partido si el tiro raso de González en el 74 hubiera ido unos centímetros más ajustado.
Sin nadie que lo remediara, la eliminatoria se asomó entonces a los 11 metros y se desataron los recuerdos. Después de que ambos equipos anotaran los dos primeros penales, al Arena Condá se le humedecieron los ojos al ver cómo Jandrei le atajaba los últimos al Defensa y Justicia.
Imposible no recordar entonces las defensas del fallecido Danilo el año pasado en los penales ante Independiente con las que el ‘Chape’ se clasificó a cuartos de aquella Sudamericana con la que tanto soñó, o su pie salvador ante el San Lorenzo para darle el pase a la final.
Nueve meses después de la tragedia, este martes volvió a sonreír el arco del Arena Condá.
Los defensores del título se verán en octavos de final con el vencedor de la llave entre el Flamengo y el Palestino, muy favorable para los brasileños tras su goleada 5-1 en la ida a los chilenos.