No hay dudas de que la historia pudo haber sido distinta. La selección de Venezuela se inclinó ante al combinado de Inglaterra por 1-0 y cedió con ello la copa del Mundial Sub 20. Sin embargo, el partido tuvo una acción en concreto que pudo haber cambiado el rumbo de las cosas.

Corría el minuto 72 y los europeos dominaban el juego además del marcador, aunque por la cuenta mínima. Hasta aquí ninguna novedad. No obstante el juez del cotejo, el holandés Björn Kuipers, cobró una falta penal en favor de la ‘vinotinto’, la cual pudo poner la paridad y equilibrar la balanza pero el destino quiso otra cosa.

Frente al golero inglés se paró Adalberto Peñaranda, el propio jugador que generó la infracción dentro del área chica. Serio frente al balón, corrió y le pegó con pierna derecha, por un momento todos pensaron que la esférica yacía dentro de la red, pero una reacción instantánea del meta Freddie Woodman, rechazando el balón con una mano bendita, envió fuera la redonda.

Sin duda era para no creerlo. La Venezuela que dejó en el camino a grandes equipos y logró pasar a la historia con su buen juego, acababa de perder la opción de seguir soñando con bajar la estrella y darle una alegría a su pueblo.