Calma, pero mucha calma. Eso es lo que pidió enfáticamente el arquero de la selección argentina, Sergio Romero, a los pasapelotas tras la victoria que conseguían en el estadio Monumental ante Chile.

El meta del Manchester United no tuvo ningún apuro y ante el complejo escenario, en donde su escuadra no creaba oportunidades, no se acerba al arco rival y defendía como podía las embestidas de la ‘Roja’, optó por realizar tiempo para seguir con el favorable marcador de su lado.

Y lo lograron, el equipo de Juan Antonio Pizzi -pese a que tuvo claras opciones- no logró anotar y el combinado local se quedó con tres puntos que le significaron escalar en la tabla de posiciones hasta la tercera plaza.

‘Chiquito’ Romero quedó feliz, aunque su estrategia dejó en evidencia a lo que actualmente es el combinado argentino.

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