El Atlético Paranaense de Brasil y el novato Deportivo Capiatá de Paraguay empataron 3-3 este miércoles en Curitiba, en un electrizante partido de ida de la tercera fase de la Copa Libertadores de América 2017.
Con sus tres goles de visitante -dos de Néstor González y uno de Gustavo Noguera- los paraguayos se fueron del campo del Arena de Baixada con sabor a triunfo, confiados en que el milagro que los trajo hasta Curitiba puede catapultarlos a la fase de grupos.
El ‘Furacao’ abrió el marcador al minuto 20, tras una falta mortal del paraguayo Ortigoza contra Grafite en el borde del área. Con un tiro libre potente, directo al segundo palo del arquero Medina, Felipe Gedoz anotó el primer gol del partido y su primer anotación con la camiseta rojinegra.
El gol subió la temperatura de la hinchada, que esperaba ir al entretiempo con la ventaja, pero con una secuencia de pases de los paraguayos Mendieta por derecha, y de Ledesma por izquierda, Capiatá resucitó.
Gustavo Noguera remató la jugada con un cabezazo que empató el duelo 1-1 antes de acabar el primer tiempo.
Tras el descanso, ambos equipos se enredaron en un duelo de alto voltaje, que a los siete minutos tuvo la primera ‘virada’ paraguaya: Néstor González anotó el segundo gol para los visitantes, también de cabeza.
La euforia capiateña se convertiría pronto en alegría paranaense. Una mano del paraguayo Paredes motivó la cobranza de un penal que Gedoz convirtió sin problemas en un empate 2-2.
Pocos minutos después, Paredes tomó una segunda amarilla y fue expulsado del juego. Con un hombre menos, el Capiatá cerró filas y el insistente ataque de los brasileños permitió a los locales anotar el 3-2 a través de Pablo, en el minuto 39 del segundo tiempo.
Lo que no esperaba el ‘Furacao’ era que todo volvería al punto muerto: en un apretado tiro de esquina a dos minutos del pitazo final, Néstor González desvió la pelota en el primer palo y selló el empate 3-3.
Los hinchas del Paranaense dejaron el estadio cabizbajos, en una mezcla de aplausos y abucheos.
El resultado prácticamente obliga al vicecampeón de la Libertadores en 2005 a ganar en la vuelta para avanzar a la fase de grupos (o a empatar con un resultado de por lo menos 4-4, para superar los goles de visitante marcados por Capiatá).
“Sabíamos que iba a ser un juego complicado (…) ciertamente no hicimos un partido como (aquellos que) nuestros hinchas están acostumbrados a ver. Pero tenemos que pensar en positivo: no perdimos. Allá (en el partido de ida en Paraguay) será otra batalla”, afirmó al salir del campo Felipe Gedoz.
El duelo decisivo se jugará el 22 de febrero en Asunción y el vencedor entrará al difícil Grupo 4 de la Libertadores, junto al brasileño Flamengo (campeón del torneo en 1981), Universidad Católica de Chile (vicecampeón en 1993) y San Lorenzo de Argentina (campeón en 2014).
Con apenas ocho años de existencia y sin extranjeros en su plantel, el club paraguayo debutó este año en el nuevo formato de la Libertadores: eliminó al Táchira de Venezuela en la primera etapa y en la segunda goleó 3-0 a Universitario de Perú, revirtiendo la derrota 3-1 que había sufrido en la ida.
El modesto equipo apodado el ‘Escobero’ debutó internacionalmente en la Copa Sudamericana en 2014 cuando eliminó al Danubio uruguayo, al Caracas y derrotó 1-0 a Boca Juniors en su estadio La Bombonera de Buenos Aires, en la idea de los octavos de final. Finalmente cayó por penales tras perder 1-0 en el partido de vuelta.